Jueves, abril 25, 2024

Continúa Reconocer, un programa que estudia el acervo del Museo de Santa Mónica

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Para el próximo viernes 7 de Julio a las 18 horas continuarán las sesiones de Reconocer, el seminario de estudios sobre la colección en exposición permanente del Museo de arte religioso ex convento de Santa Mónica, que está a cargo de investigadores de la Universidad Autónoma de Puebla y del propio museo.

 

Esta vez, como parte de la segunda entrega, se presentarán tres conferencias a cargo de los investigadores Claudia Cristell Marín Berttolini, Adriana Alonso Rivera y Jonatan Moncayo Ramírez.

 

Los especialistas hablarán sobre el estudio de tres piezas del museo. La primera, una obra exhibida en la Sala de Dechados que forma parte del acervo sobre las labores de las monjas, se trata de una oveja realizada a mano con chaquiras o abalorios de cristal blanco y negro, alambre, lámina de estaño, hilo de seda y de algodón de alrededor del siglo XIX.

 

La segunda charla abordará la Alegoría de la orden de Agustinas Recoletas de Santa Mónica en Puebla, un Óleo de 1722 titulado autoría de Marimón.

 

La tercera ponencia, en cambio, será sobre el libro Esclarecido solar de las religiosas reformadas, de Alonso Villerino, el cual es un relato de la vida de las monjas del Convento de Santa Mónica. 

 

Sigue abierta exposición sobre santos patronos

 

A la par de las investigaciones desarrolladas en el Museo de Santa Mónica como parte del programa Reconocer, destaca la permanencia, hasta el 15 de agosto, de la exposición temporal Protección para ángeles. Los santos patronos de la ciudad de Puebla, curada por Jesús Joel Peña Espinoza, investigador del Centro INAH Puebla.

 

Dicha muestra, que forma parte del Programa de Investigación Especializada de la Colección del Museo de Santa Mónica, mejor conocido como Piecomus, está conformada por 21 piezas: 11 pinturas, 2 esculturas, 6 libros impresos y 2 relicarios. 

 

La muestra permite que “los ciudadanos del siglo XXI conozcan la correspondencia público–sagrada que, legalmente, regía a los poblanos de antaño, y que, curiosamente, no ha sido cancelada según consta en archivos”, como explicó el curador.

 

Acotó que para entender, el espectador habrá “que imaginar que en un solo año y junto a las festividades mayores, debían realizarse 17 conmemoraciones en honor de los santos patronos. Cada una implicaba para el ayuntamiento el pago de la fiesta y la limpieza de las calles por las que pasaría la procesión, y obligaba a la gente a adornar sus casas y vestir sus mejores galas”.

 

Refirió que para muchos de los creyentes en la Edad Media europea, una vida apacible y un orden social inmutable se veían frecuentemente trastocados por epidemias, inundaciones, terremotos y otros fenómenos naturales que asolaban sus pueblos.

 

Por ello, dijo el investigador, la solución a esta situación fue el establecimiento de contratos “terreno–celestiales” entre comunidades y advocaciones religiosas, a través de los cuales, unos se comprometían a rendir culto y otros a brindar “protección divina”.

 

Jesús Joel Peña refirió que ampliamente difundida en España, dicha práctica migró al continente americano y tuvo un profundo arraigo en ciudades como Puebla de los Ángeles, la cual entre los siglos XVI y XVIII estableció vínculos de patronato con 17 figuras celestiales.

 

En ese sentido, mencionó que cada uno de estos patronatos es revisado en su contexto e importancia simbólica en la exposición temporal Protección para los ángeles. Los santos patronos de la ciudad de Puebla, que se exhibe en el Museo de arte religioso ex convento de Santa Mónica.

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