Una selección de esculturas en bronce, dibujos, grabados y objetos correspondientes al mundo fantástico de la pintora, escultora y escritora Leonora Carrington (Inglaterra, 6 de abril de 1917–México, 25 de mayo de 2011) se mostrarán en esta ciudad.
A partir del 30 de junio el Museo UPAEP acogerá la exposición Sueños de libertad, con la que Puebla se une a la conmemoración del centenario del nacimiento de la creadora inglesa naturalizada mexicana, quien arribó a México en 1942.
Tras los lazos establecidos entre este museo universitario y la Universidad Autónoma Metropolitana a través de su Galería Metropolitana, se podrá ver esta selección de sus esculturas en bronce, dibujos, grabados y objetos varios.
En la exhibición, curada por Evelyn Flores Rueda, la directora del Museo UPAEP, los personajes que habitan en la muestra aluden a la protección y la buena suerte, y fueron imaginados a partir de la mitología druida o celta, sin omitir el conocimiento que ella poseía en temas gnósticos, la cábala, el simbolismo alquímico y la filosofía junguiana.
Ello, porque los personajes que habitan la muestra remontan al siglo XII a. C., a la edad de hierro en la Bretaña (tierra natal de la artista), y fueron imaginados a partir de la mitología druida o celta. También, revelan el interés que Carrington tuvo por el gnosticismo, la cábala, el simbolismo alquímico y los arquetipos de Carl Gustav Jung. Estos elementos se proyectan en su obra, en la que se correlacionan los símbolos de las distintas religiones, mitos y leyendas universales a través de imágenes alucinadas.
Entre las obras que se podrán ver, mismas que surgieron de su taller ubicado al norte de la Ciudad de México entre 1999 y 2010, se encuentran En esta casa (1957), La tecolota (2009), Ancestro (2009), The Palmist (2010) y La inventora del atole (2011).
Todas estas piezas tienen como eje temático seres mitológicos, metáforas y simbolismos propios del mundo creativo de la artista.
Ella era el surrealismo: Pablo Weisz
Meses atrás arribó a Puebla Pablo Weisz Carrington (México, 1947) hijo de Leonora Carrington. Para él, su madre “era el surrealismo por naturaleza” pues se arriesgó a explorar sin miedo en su psique, de manera valiente y completa, para luego pintar lo encontrado.
Sobre ella consideró que, además de su actitud valiente y comprometida como artista, la distingue otra cosa: “La batalla que siempre tuvo como mujer, al ser parte del arte y representar al género”.
Dicha batalla, abundó, era difícil como difícil sigue siendo para una mujer sobresalir en el arte. “Batalló sabiendo que tenía un talento extraordinario que se reveló en una vasta producción artística”.
Su madre, continuó el médico y artista, tenía un don: el hacer las cosas bien. Ella, agregó, “no era una echadora de pintura como (Jackson) Pollock” sino que supo que con su trabajo “representaría en el arte a la mujer en un momento de hombres”. Leonora Carrington, apuntó su hijo, decidió que por eso es importante su trabajo escultórico, pictórico y de grabado que produjo tuvo una fuerza extraordinaria y un talento innato.
Recordó que su madre comenzó a pintar siendo apenas una niña de cuatro años de edad, como constó en piezas que conservaba y que les enseñó a él y a su hermano Gabriel cuando eran niños. Expuso que cuando era joven, a los 17 años de edad, viajó a Francia acompañada de su madre y paseando por París se detuvo frente a una vitrina que llamada su atención, pues era una exhibición de arte surrealista.
“Supo que con el surrealismo se podía entender y comunicarse con el mundo. En dicho ámbito descubrió cosas similares a ella. No escogió el surrealismo: era surrealista por naturaleza”, afirmó Weisz Carrington.
Paula Carrizosa