“Ser empresario es difícil, pero no imposible”, sostiene Hortensia Flores Ortiz, maestra jubilada desde hace 14 años y quien junto con sus hijos trabaja de manera ardua y decidida en la empresa familiar Miel Arcoíris en el municipio de Papalotla.
Hortensia tiene 70 años de edad y desde hace tres décadas empezó en el negocio de la producción de miel con cuatro cajones y hoy en día tiene más de mil.
“La doctora que me consultaba cuando tenía hijos pequeños me decía que debía cambiar la azúcar por la miel, entonces ahí empecé con que compraba miel, luego me ofrecieron unas cajas, las compré y así inicié”, recuerda en charla con La Jornada de Oriente, mientras espera la llegada de compradores al stand que ocupó en la expo venta artesanal que organizó el gobierno estatal del 15 al 18 de junio en la Plaza de la Constitución de la ciudad capital.
Esta mujer de carácter alegre y firme refiere que trabajó en el magisterio y que su esposo era herrero, por lo que sus hijos son los que trabajan la empresa y ella ahora les ayuda ya que es jubilada.
“Somos una empresa familiar de siete personas, se llama Miel Arcoíris y la marca es Multiflores. El nombre nació porque me gustó y porque los colores son alegría”, agrega en la entrevista la señora Hortensia, quien detalla que además de miel al consumidor le ofrece cremas, jabones, shampoos, palanqueta, granola hornada con miel y popotes, paletas y dulces de miel.
“A veces hay venta de miel o a veces no, por eso tuvimos que innovar, nos preguntamos qué vamos a hacer, acudimos a muchos cursos y nos enseñaron a hacer productos a base de miel”, resalta.
Asegura que la empresa ya está bien integrada, pues su hijo Gonzalo se encarga de las ventas, sus otros vástagos, Óscar y Rodolfo se hacen cargo de la producción, en tanto que sus nueras y ella hacen las cremas, los shampoos y las granolas, además de y salir a vender los productos.
Indica que colocan su producto en laboratorios, “si nos piden la miel pasteurizada o virgen, la entregamos, todo el año tenemos miel porque ahorita nuestras colmenas están en Tuxtepec, Oaxaca, y otras en Veracruz, ya se termina la floración y se regresan a Papalotla para la temporada de octubre y noviembre”.
–¿Ya es negocio su empresa?
–Como todo, hay altas y bajas, así es nuestro negocio, pero nos gusta mucho el campo, nos gusta elaborar productos inocuos, cumplimos todo lo que marcan las reglas, que todo debe ser limpio, hacemos análisis y todo lo que nos requieren porque nuestra miel es 100 por ciento pura, está libre de todo bicho.
Como parte del cuidado de las abejas, menciona que cuidan que estén medicadas cuando se enferman, darles de comer cuando no hay floración, “se les da un jarabe de fructuosa”.
–¿Le dan miedo los piquetes de abeja?
–No me da miedo, el piquete de la abeja también es benéfico, cura muchas enfermedades, de hecho existe la apiterapia, cura la artritis, gripas, migrañas, muchas cosas.
–¿Hacia dónde va la empresa?
–Mi hijo ya empezó a exportar a Los Ángeles, California, eso implica hacer muchos trámites, pero él se encarga de hace todo eso.
–¿Extraña el magisterio?
–El magisterio… ya soy jubilada desde hace 14 años, lo extrañaba un poquito, pero el trabajo me ha absorbido. Lo hacemos con gusto, con amor, para que la gente que nos compra, dios los bendiga y regresen a comprar.
–¿Volverse empresario es difícil?
–Es difícil, pero no imposible, aunque tiene uno que ver lo de Hacienda y todo eso, hay que tener un producto inocuo, 100 por ciento natural para que la gente lo busque.
Puntualiza que su empresa se ubica en avenida Industrias Oriente, número 3, sexta sección, La Trinidad, Papalotla.