Cerrados hasta nuevo aviso. Esa es la respuesta aprendida que ofrece uno de los elementos de seguridad del llamado complejo cultural La Constancia, cuando se le pregunta si se pueden o no visitar los museos ubicados dentro de la que fuera la primera fábrica textil de América Latina.
Desde hace casi una semana, debido a los daños ocasionados por las lluvias intensas, el Museo de la Música Mexicana Rafael Tovar y de Teresa, el Museo Interactivo Infantil, la Casa del Títere Marionetas Mexicanas y la Casa de la Música de Viena permanecen cerrados a la visita pública.
Adentro, algunos hombres trabajan en la limpieza de los pisos que fueron cubiertos por la arena y el agua tras la subida del cauce que cruza la antigua industrial textil de La Constancia, un inmueble que inició sus operaciones en 1835, que funcionó más de un siglo para cerrar en 2001 cuando fue expropiada y que, en 2011, fue entregada para ser operada a la Fundación Azteca que instaló ahí la sede de sus orquestas.
Afuera, en cambio, todavía reposan decenas de bultos de arena que fueron puestos de manera improvisada para tratar de impedir el paso intempestivo del agua que subió más de 50 centímetros de lo habitual.
El agua que otrora fuera aprovechada por Esteban de Antuñano para hacer mover el molino de Santo Domingo, una práctica con más de 300 años de antigüedad que comenzó con los dominicos en 1609, se convirtió en un peligro para las obras que resguardan estos cuatro inmuebles abiertos en la pasada administración morenovallista.
Así, los museos presentan problemas a menos de dos años de su apertura y pese a los onerosos costos de construcción y curaduría que implicaron para el estado, pues su realización superó los 274 millones de pesos.
La Casa de la Música de Viena en Puebla fue la primera en abrir sus puertas en enero de 2015, tras cubrir 158.5 millones de pesos para su construcción y el pago anual de 100 mil euros a la Haus der Musik de Austria por concepto de franquicia.
En cambio, la Casa del Títere Marionetas Mexicanas y el Museo Interactivo Infantil abrieron en agosto de 2015. Mientras el primero tuvo una inversión de 14 millones de pesos y fue motivo de un comodato de 813 títeres de la Colección Rosete Aranda Espinal y 630 marionetas de la Colección Guiñol Época de Oro; el otro tuvo un costo de 17 millones de pesos: 10.5 millones de pesos del entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y 6.5 millones del estado.
El último en ser inaugurado fue el Museo de Música Mexicana Rafael Tovar y de Teresa”, en diciembre de 2016, con un costo de 84.6 millones de pesos.
Para el secretario general de Gobierno en Puebla, Diódoro Carrasco Altamirano, lo sucedido días atrás en la Constancia Mexicana se debe a que “eso pasa en las épocas de cambio climático”.
El funcionario estatal dijo que tras una evaluación de lo ocurrido tras las “lluvias atípicas” de los pasados días, se determinó que solamente habían sufrido daños los pisos de duela de los museos “por el exceso de agua” que se filtró, por lo que éstos deberán ser cambiados. Expuso además que aunque falta cuantificar los daños, los museos “están asegurados”.