Nicolás Bravo. El robo de vehículos, desde autos compactos hasta camionetas, es una constante que se vive en el tramo de la carretera 150 México–Veracruz, correspondiente a Azumbilla, junta auxiliar de este municipio, hechos que probablemente los cometen las bandas dedicadas al robo de hidrocarburo.
Azumbilla es una comunidad que se encuentra cerca de la zona conocida como “triángulo rojo”, donde se asentaron las bandas de huachicoleros, quienes para transportar el hidrocarburo que extraen de manera ilícita, suelen utilizar vehículos robados, por lo cual se cree que parte de las unidades las obtienen en asaltos por esta región.
El alcalde auxiliar de Azumbilla, Pablo Pérez Lázaro, señaló que anteriormente los delincuentes solo operaban en esa zona de la carretera, en un horario nocturno de 10 de la noche a una de la mañana, pero en los últimos meses comenzaron a cometer sus delitos durante el día, al grado de que hay semanas en las que se reporta un robo por día.
Los parajes conocidos como Pájaro Verde y La Herradura son los puntos en los cuales se registra el mayor número de robos de ese tipo, los delincuentes hacen uso excesivo de violencia para cometer sus atracos, pues la mayoría obligan a parar a los conductores, disparando contra los vehículos y, posteriormente, encañonan a los tripulantes, para que no pongan resistencia.
Pese a que en la zona hay recorridos por parte de corporaciones como las policías Estatal y Federal, los maleantes siempre van un paso adelante, expresó el presidente auxiliar, quien dijo que seguramente vigilan esos rondines para medir sus tiempos y así no tener que enfrentar a los uniformados, pues difícilmente cometen los robos cuando hay un patrullaje cercano.
En cuanto a la Policía Auxiliar, explicó que para ellos es muy difícil poder enfrentar a dichas bandas, debido a que solo cuentan con dos elementos por turno, que se mueven en una sola patrulla, por lo cual es imposible atender las emergencias de ese tipo y al mismo tiempo cuidar a los 8 mil habitantes de la junta auxiliar.
Resaltó que las únicas estrategias que utilizan, para no dejar en el desamparo a las víctimas, es mantener una comunicación cercana con corporaciones estatales y federales, a las cuales les avisan de inmediato, cuando se comete algún robo de vehículo, para que ellos acudan a brindar apoyo a los afectados, al tiempo de tratar de recuperar las unidades; sin embargo, casi nunca se logra lo segundo.