Martes, marzo 19, 2024

Islas no va a las oficinas de la Sedeso, como parte de su desinterés por la política de desarrollo social

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La falta de interés e identidad con las políticas de desarrollo social ha llevado que el secretario del ramo en el estado, Gerardo Islas Maldonado, le guste estar presente en la mayor parte de las giras del titular del Poder Ejecutivo, Antonio Gali Fayad, para salir en las fotos, pero nunca, ni por accidente o casualidad, pone un pie en las oficinas de la dependencia que encabeza. La reuniones con su equipo de trabajo se llevan acabo en una sede alterna o en su casa, ubicada en un lujoso fraccionamiento que está al sur de la zona conurbada de la capital.


Quienes han convivido cerca de Gerardo Islas Maldonado dicen que su ausencia de las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), que se encuentran en la colonia Humboldt de la ciudad de Puebla, se debe a que el funcionario considera que son instalaciones “feas”, desagradables y además no le gusta ser interceptado por ciudadanos que acuden a buscar apoyos de la política social del gobierno estatal.

Por esa razón los miembros de su equipo, que en su mayoría son funcionarios ajenos al mundo de las funciones propias de la Sedeso –ya que son amigos personales del secretario o fueron operadores electorales del Panal–, deben tomar acuerdos con él en hoteles, restaurantes o en espacios del edificio del Salón de Protocolos, ubicado en contra esquina del zócalo o incluso en su casa de Lomas de Angelópolis.

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Oficinas de la Sedeso

Más allá de la frivolidad que representa el ver “feas” las oficinas de la Sedeso, esta actitud es un reflejo de la débil política de desarrollo social que se impulsa en el actual periodo gubernamental.

Se dice que la mayor parte de las áreas de la Sedeso casi no tienen actividades –por la ausencia de programas– o se observa poco movimiento en esas oficinas como resultado de que, en el sexenio pasado, se adelgazó al máximo al personal de dicha dependencia, la cual únicamente se destacó por regalar miles de tinacos azules o materiales de construcción para la compra de votos a favor del PAN.

Al principio de la llamada minigubernatura, cuentan fuentes bien informadas, que Gerardo Islas era el integrante del gabinete que mostraba más entusiasmo y que se proponía construir los planes oficiales más ambiciosos.

Incluso peleó que la Sedeso controlara la asignación de fondos federales que aunque son parte de programas sociales llegan a la Secretaría de Finanzas y Administración.

Ese entusiasmo se acabó cuando Islas se habría enterado que en el gobierno del estado se ha reeditado el proyecto de que Martha Erika Alonso Hidalgo, la actual secretaria general del PAN estatal, tal vez se haga cargo de la Sedeso.

Dicha idea –que se diseñó en los últimos meses del sexenio pasado– obedece a la intención de que la esposa del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas vincule los beneficios de la política de desarrollo social a su proyecto de ser la próxima candidata del PAN a la gubernatura de Puebla.

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Martha Ericka, podría hacerse cargo de la sedeso

Es decir, que se aplique un esquema similar al utilizado por el marinismo, ya que en el sexenio de Mario Marín Torres se le dio la titularidad de la Sedeso a Javier López Zavala, para que las estructuras de beneficiarios de los programas sociales se vincularan a lo que fue la campaña de este político como candidato del PRI a la gubernatura.


Es cierto que Javier López Zavala no ganó los comicios de 2010, pero si funcionó ese esquema, ya que obtuvo más de 860 mil votos, que es la cifra más alta de sufragios que ha obtenido un aspirante a la gubernatura en toda la historia del PRI en Puebla.

Se dice que el cambio de Islas por Martha Erika Alonso se podría producir luego de que se concrete la expulsión de decenas de panistas tradicionales que están sometidos a procesos disciplinarios, bajo el argumento de que apoyaron la campaña electoral de Ana Teresa Aranda, quien en 2016 fue candidata independiente a la gubernatura.

En realidad se trata de una purga contra los grupos de panistas tradicionales, quienes se oponen a que Martha Erika Alonso sea la candidata a la gubernatura en 2018 y apoyan que la postulación sea a favor de Eduardo Rivera Pérez, el ex edil de la capital y otro más de los perseguidos del morenovallismo.


Gente de escasos recursos y provenientes de la sierra norte de Puebla. Se ven obligados a subsistir vendiendo dulces o algunos piden limosna.
No existe política social en Puebla

Tal parece que por esa razón la Sedeso trabaja a la mitad de su capacidad.

Por eso Gerardo Islas no va a sus oficinas, porque se siente con medio cuerpo fuera del gabinete.

Y aunque no lo sustituyan por Martha Erika Alonso, al parecer ya se dio cuenta que en un año y 8 meses no es posible construir un proyecto adecuado de política social.

Ahora su prioridad es ser candidato a diputado federal o senador en el año 2018.

Para ese objetivo trabaja la estructura de la Sedeso. No para reducir la pobreza en el estado.

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