Jueves, marzo 28, 2024

Tejuino bebida de los dioses, difundida en Tlaxcala por Beatriz Morán

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Si en Tlaxcala tenemos el néctar de los dioses, como es el pulque, en Jalisco existe una bebida llamada tejuino que es conocida por el norte y occidente del país como la bebida de los dioses y que Alina Beatriz Morán Gómez se decidió compartir con los tlaxcaltecas.

Originaria de Guadalajara, Jalisco, la joven mujer y madre de dos niños, decidió hacer de Tlaxcala su casa, sobre todo, después de casarse con el hombre de su vida, un hombre nacido en la tierra del pan de maíz, ha decidido difundir, promocionar y “desde luego tener sus ganancias” de la venta de esta bebida que es hecha a base de maíz.

Si bien Beatriz llegó a Tlaxcala hace poco más de cinco años, fue hasta hace poco más de dos semanas que decidió abrir su negocio con la venta de esta bebida, la cual tiene un sabor entre agridulce, muy especial, que a título personal, regresaría y recomendaría probarla.

El tejuino o tesgüino del náhuatl tecuin, que significa latir el corazón y en algunos lugares se considera como  una cerveza de maíz, que consumen diversos grupos étnicos del norte, noroeste, oeste y en menor proporción, del sur de México, como los yaquis y pilas de Sonora, los tarahumaras y tumbares de Chihuahua, Durango y Jalisco, los huicholes de Jalisco y Nayarit, y los zapotecas de Oaxaca.

La importancia de esa bebida es tal que, por ejemplo, para los tarahumaras, al igual que para otros grupos étnicos como los huicholes, el tejuino constituye la bebida preferida en sus eventos sociales, festividades religiosas y deportivas, y en las llamadas tesgüinada, que son reuniones en las que se toman decisiones políticas y económicas importantes para la comunidad, o en las que se realizan trabajos o labores difíciles que requieren de la participación comunitaria de los hombres.

Beatriz recibió la receta de la elaboración del tejuino de parte de su abuelita, quien le enseño los secretos de la elaboración, como son la temperatura del cocido, los tiempos de reposo y la forma de mezclar.

Y es que el tejuino “tiene su chiste”, porque su elaboración es con masa nixtamalizada o maíz cocido, piloncillo si se desea, y se deja fermentar en una olla de barro por dos o tres días para posteriormente colocarse en una olla fría.

Otra manera más sencilla y sobre todo casera, es poner a hervir el agua con el piloncillo hasta que éste se deshaga. Aparte y en poca agua, se muele la masa en la licuadora y se agrega al agua hirviendo. Cuando se formar un atole y está casi frío, se exprimen ahí los limones. Se deja reposar dos o tres días, también dependiendo la temperatura ambiente, hasta que fermente, de preferencia en una olla de barro cubierta con una manta limpia.

El resultado será un atole espeso con su color característico. Para finalizar, se sirve el atole fermentado con hielo picadito, jugo de limón y sal; se vacía de un traste a otro por varias veces, hasta mezclarlo bien y en el caso de Jalisco, éste se corona con una o dos bolas de nieve de limón que hace una mezcla inigualable.

Beatriz, cómo nace su idea de vender este tipo de bebida que en Tlaxcala y en el centro del país no es conocida, se le inquiere mientras revuelve la mezcla que celosamente cuida en una vaporera de aluminio.

“La idea es que la gente conozca un poco de la diversidad gastronómica que hay en Jalisco, y el tejuino es una bebida muy común por allá, pero que pocos tienen la posibilidad de conocer los secretos de su elaboración y por fortuna creo que me ha ido bien, he tenido buena respuesta de la gente de Tlaxcala, tan es así que habíamos pensado solo colocarnos en esta temporada de vacaciones, pero hemos visto buen resultado, tan es así que nos vamos a poner aquí en la plaza Xicoténcatl –cerca de la zona de bancos- para poder comercializar nuestra bebida”, refiere.

A qué cree que obedezca esta aceptación de una bebida desconocida por la mayoría de la gente se le revira.

“Es por un poco de todo, primero quizá por curiosidad primero y al probarlo dicen que es algo raro, pero les gusta y no es mentira pero ya ha habido gente que regresa a comprarnos nuevamente y eso la verdad es lo mejor, que además de comprarnos, ya hasta nos recomiendan”, afirma.

Pero el tejuino también tiene su parte medicinal, pues aseguran que es un excelente diurético, así como un regenerador de la flora intestinal e incluso una cura milagrosa para la resaca o cruda.

Así que Beatriz  ya sea para refrescar a los transeúntes o bien para curar a los “enfermos trasnochados”, se alista a seguir difundiendo a la llamada bebida de los dioses como consideran en el occidente al tejuino.

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