La inhabilitación del ex edil de Puebla Eduardo Rivera Pérez ha sido un movimiento del grupo morenovallista con un mal cálculo político en sus consecuencias, ya que aparte del ex alcalde todo apunta a que la principal damnificada será Martha Erika Alonso, la esposa de Rafael Moreno Valle Rosas, toda vez que la confrontación dentro del panismo la aleja de las simpatías del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, en donde se están dando las condiciones para que la veten como aspirante a ser candidata a la gubernatura.
Para entender el anterior planteamiento hay que tomar en cuenta dos datos claves:
El primero: entre 2016 y 2017, la mayor parte de las 15 candidaturas del PAN a gobernador se han decidido por designación del CEN albiazul.
En el estado de México es donde hubo la mayor resistencia a que no fuera la militancia la que designara al abanderado albiazul, pero se acabó imponiendo el razonamiento jurídico de que los estatutos del PAN establecen con puntualidad que no se vulnera ningún derecho político con que sea el CEN el que elija a los candidatos a gobernador. Por esa razón fue la cúpula de Acción Nacional la que decidió postular –sin consulta a las bases panistas– a Josefina Vázquez Mota como aspirante a titular del Poder Ejecutivo mexiquense.
El segundo: en el actual Comité Ejecutivo Nacional del PAN, encabezado por Ricardo Anaya Cortés, no hay importantes interlocutores del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas que puedan intervenir a favor del morenovallismo cuando se discuta la manera de elegir al próximo candidato a gobernador de Puebla y sobre todo, cuando se analicen los perfiles de los aspirantes a la nominación.
Una muestra de que Moreno Valle no tiene interlocutores en el CEN del PAN es la posición que fijó ese órgano de gobierno del partido albiazul el viernes pasado, al aclarar –mediante el comunicado 84/2017– que la votación de los diputados panistas de Puebla a favor de la inhabilitación de Eduardo Rivera no representa la postura oficial del PAN.
Tomando en cuenta los dos factores antes citados, se plantea que es muy probable que ocurra el siguiente escenario: que el CEN del PAN se adjudique la facultad de nombrar al próximo candidato a gobernador, quitándole al morenovallismo el control de la postulación.
Y que se considere a Martha Erika Alonso como inviable para la nominación por no ser garantía de cohesión del PAN, ya que todo el panismo tradicional está volcado en apoyar a Eduardo Rivera y ha expresado que su inhabilitación fue para sacarlo a la mala de la contienda por la siguiente candidatura a la gubernatura, así como para favorecer a la esposa de Rafael Moreno Valle Rosas.
¿Por qué podría prosperar un veto de esa naturaleza? Porque entre Moreno Valle y Eduardo Rivera hay una diferencia muy importante: el primero no tiene aliados importantes en el CEN del PAN, y el ex alcalde cuenta con la amistad y el reconocimiento de los principales actores de la cúpula panista.