Tehuacán. Cada vez son más constantes los robos de unidades, sobre todo camionetas, propiedad de agricultores, las cuales son utilizadas para el transporte de hidrocarburo robado, así lo señaló Miguel Ángel Carrera Castañeda, integrantes de la Confederación Nacional Campesina (CNC).
Tan solo en lo que va del año, en Magdalena Cuayucatepec, de donde es originario el ex líder cenecista, fueron robadas 14 unidades, lo que cual equivale a casi cinco vehículos por mes, mientras que otras más quedaron solo en el intento, destacó.
Miguel Ángel Carrera detalló que esos son golpes muy fuertes para los campesinos, porque se trata de unidades que les son útiles para su trabajo, que les cuesta mucho poder adquirir y que difícilmente logran recuperar.
Pero además tienen el temor de que si sus vehículos aparecen, se les trate de involucrar en la comisión de algún delito, debido a que está convencido de que esas unidades se las llevan para trasladar combustible robado, por lo que existe el riesgo de que se les pueda señalar de ese ilícito.
Carrera Castañeda indicó que semanas atrás dos camionetas que fueron robadas en Cuayucatepec, aparecieron calcinadas en la zona de Palmarito, lo cual es una evidencia de que para eso están ocupando los vehículos que se roban en esa junta auxiliar.
Ante ello hizo un llamado a los gobernantes para que apliquen medidas para una verdadera protección de los agricultores, porque ellos se dedican a un trabajo honrado, pero están siendo víctimas constantes de los delincuentes, sin que hasta el momento se haga algo para impedir esa escalada de robos.
Actualmente, dijo, ya no es posible dejar sus camionetas estacionadas en la vía pública, ni siquiera frente a las viviendas, porque hasta ahí llegan los maleantes para robárselas, pero hay quienes no tienen otro lugar donde cuidar sus unidades.
Lamentó que las leyes no permitan iniciar investigaciones en intentos de robo, solo abren las indagatoria hasta que el delito se consuma, lo cual es una forma de dejar desprotegidos a los habitantes que en algún momento sufren de ataques que no se concretan en el despojo de sus propiedades.
Para el cenecista se trata de una situación muy grave que puede llevar a que los habitantes se organicen para defenderse entre ellos, lo cual puede desencadenar en un acto de justicia por mano propia, ante la falta de acciones contundentes del gobierno para frenar a los delincuentes.