Eukid Castañón Herrera, el hombre duro del morenovallismo, está de regreso. El pasado fin de semana reapareció en la ciudad de Puebla para sostener encuentros con grupos de militantes panistas y reunirse con el gobernador Antonio Gali Fayad, junto con miembros del gabinete. Dicha presencia plantea que el legislador federal no está alejado de la actual administración estatal, tal como se había supuesto.
Desde que arrancó el gobierno de transición de Gali, a mediados de 2016, se fue reduciendo paulatinamente la presencia de Eukid Castañón en actividades públicas, en las labores del PAN y nunca se le vio cerca del equipo de trabajo del entonces gobernador electo. A excepción de algunos actos protocolarios, el legislador albiazul dejó de verse en la ciudad de Puebla.
Al arranque formal del gobierno de Gali, se especuló mucho que había un fuerte distanciamientos entre el nuevo titular del Poder Ejecutivo y Eukid Castañón, como consecuencia de que el segundo de ellos durante el sexenio de Rafael Moreno Valle Rosas se encargaba de las labores difíciles, de los asuntos de mayor interés del ex mandatario. Es decir, hacía mucho del “trabajo sucio”.
Ese supuesto alejamiento para muchos políticos, sobre todo panistas, había sido un respiro, ya que de alguna manera Castañón fue el encargado de imponer la disciplina morenovallista.
A eso se debe que entre muchos panistas llamen a Castañón Herrera como “el señor Siniestro”.
El martirio para quienes le temen a Eukid Castañón o la estima para quienes le tienen respeto, no ha terminado.
El pasado fin de semana se le volvió a ver en la ciudad de Puebla con grupos del PAN, lo cual hace suponer que se estaría preparando para tener una importante injerencia en el plano electoral.
Y la reunión más importante es la que sostuvo con Antonio Gali Fayad, en un encuentro del que se dice que habría estado la mayor parte de los integrantes del gabinete.
Se antoja poco probable que solamente haya sido una visita de cortesía o para abordar un asunto menor.
Todo hace suponer que Eukid Castañón seguirá operando, tal vez no con la misma intensidad que antes, asuntos de alta importancia en el ámbito del Poder Ejecutivo y del PAN.
La reaparición de Eukid Castañón también parece ser una mala noticia para dos panista: Mario Rincón y Javier Lozano Alarcón.
Los dos ex priistas y ahora neo panistas, sienten que tienen la pista libre para empezar a construir proyectos políticos que buscan concretar al final del corto mandato de Gali.
Ambos quieren conquistar un puesto de elección popular de primer nivel.
Rincón utilizando su labor en el Congreso local.
Y Alarcón, desde la oficina del gobernador, y además asumiendo un protagonismo desbordado.
Castañón podría acabar siendo un freno para ambos, si es que los proyectos de Rincón y Lozano no están en el ánimo de la más alta esfera del morenovallismo.