La Organización de las Naciones Unidas (ONU) atendió la solicitud que le hicieron pobladores de Pahuatlán para que intercediera por ellos en el rechazo que mantienen a la instalación del gasoducto Tuxpan–Tula, que pretende edificar la empresa TransCanada y que afecta a 130 comunidades originarias.
Un enviado del organismo internacional confirmó a las mujeres que integran el Consejo de Pueblos Indígenas Xängü Yamui, defensoras de la Sierra de Hidalgo y Puebla, que este martes visitarían dos comunidades para en cada una de ellas mantener reuniones.
Uno de los encuentros se programó para desarrollarse en la comunidad indígena de San Pablito, por donde el gasoducto pretende pasar sobre el basamento cultural de la etnia otomí.
La segunda concentración se anunció en la comunidad de Montellano, debido a que allí se pretende que el ducto pase por el centro de la junta auxiliar, además de que pasa en medio de por lo menos 80 viviendas.
Los integrantes del Consejo Xängü Yamui informaron que luego de confirmar su visita, el enviado de la ONU les pidió que exclusivamente estuvieran presentes los afectados por el paso del ducto, para evitar infiltrados y central la convocatoria en un solo tema.
El consejo de pueblos nahuas y otomís adelantaron que además de la reunión con la representatividad de las Naciones Unidas, mantendrán firme su negativa al proyecto de TransCanada en el que también participa la filial en México: Transportadora de Gas Natural de la Huasteca.
En septiembre pasado las mujeres que integran el Consejo denunciaron que el paso del gasoducto Tuxpan-Tula pone en riesgo la vida, el agua y la tierra en 130 comunidades originarias.
Tan sólo en la zona indígena del municipio de Pahuatlán intentan destruir más de 600 hectáreas del Bosque Mesófilo de Montaña, una reserva ecológica de la que sólo queda menos del 1 por ciento en México.
Aquella ocasión acusaron al alcalde panista de Pahuatlán, Arturo Hernández Santos, de amenazar a los pobladores, pues les confirmó que el gasoducto va a pasar por sus tierras porque cuenta con su autorización, sin una previa consulta a los pueblos.
El gasoducto Tuxpan-Tula forma parte del plan quinquenal de la Secretaría de Energía, y afecta de manera directa a pueblos asentados en los estados de Veracruz, Puebla e Hidalgo.