Luego de que el 2016 fue un año atípico para los trabajadores de Volkswagen en Puebla por la pérdida de confianza de los consumidores de la marca, motivado por el escándalo de emisiones conocido como “dieselgate”, en 2017 la marca se empieza a regularizar y mantiene sus niveles de producción con el ensamblaje de dos mil vehículos al día.
El secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen (SITIAVW), Rey David García Avendaño informó que el 2017 inició como se tenía planeado y en la tercer semana del año ya estaba la producción en serie de los cuatro segmentos de la fábrica en donde se arman los vehículos: Golf, Golf Variant, Jetta y New Beetle.
Además, se espera que para el próximo mes de marzo se arranque con la fabricación de la camioneta Tiguan que traería consigo la recontratación de obreros que perdieron su lugar en el transcurso de la crisis que enfrentó la empresa alemana desde septiembre del 2015 y todo el 2016.
En ese sentido, explicó que el aumento generalizado a los combustibles en México, la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, la salida de este país del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica y la renegociación entre ambos países del Tratado del Libre Comercio; son situaciones que ahora no le afectan a la marca Volkswagen instalada en Puebla desde hace 52 años.
Tuvimos un efecto negativo en 2016 por el tema del diesel que todo mundo conoció, entonces realmente no podríamos considerar un efecto (mayor) que el que ya tuvimos, adicional, no lo percibimos. No vemos, desde el punto de vista sindical, no vemos un efecto negativo mayor al que ya tuvimos el año pasado, aseguró el líder de casi 10 mil trabajadores.
Reconoció que el resultado en el 2016 no fue bueno para los trabajadores de México, principalmente por las bajas ventas del mercado norteamericano. Pero ahora el 2017 pinta mejor, al menos para los obreros que dependen de la armadora alemana.