Hace seis años, el Congreso local avaló la extinción de la Secretaría de Cultura estatal, la primera a nivel federal, para rebajarla al nivel de un consejo, un ente dependiente en su organigrama a su presidente, el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
Ahora, el mismo colegio legislativo terminará con las funciones del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes para configurar la que será la Secretaría de Turismo, Arte y Cultura con la cual, las áreas artísticas y de creación se supeditarán al turismo, un área más relacionada con el sector económico.
En la sesión que se celebrará el próximo viernes 27 de enero, legisladores revisarán y en su caso aprobarán el segundo paquete de iniciativas impulsadas por el gobernador electo, Antonio Gali Fayad con el objetivo “de dar cumplimento a sus compromisos”.
Una de esas iniciativas, será la conformación de dicha secretaría que “fusionará” a la actual Secretaría de Turismo con el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes.
Dicha secretaría, según la información oficial, tendrá el propósito de “dar un mayor impulso a estos rubros” –el arte y la cultura-, así como seguir reforzando la promoción de “museos, sitios históricos y turísticos”.
En ocasiones anteriores, el gobernador electo Antonio Gali ha declarado que dicha dependencia “crecerá en el ámbito de acción pero no se crearán nuevas plazas”.
Asimismo, que “no se ampliará en presupuesto para conservar una dinámica de austeridad y eficiencia” en su gobierno.
Incluso, en una anterior reunión con el aún secretario de Turismo en el estado, Roberto Trauwitz Echeguren, Gali Fayad dijo que cada rubro, el arte, la cultura y el turismo, “tendrán su justa dimensión”.
Afirmó que en su visión, la cultura y el turismo forman un binomio importante en la atracción de visitantes.
Además de dar a cada renglón “su justa dimensión”, la creación de la Secretaría de Turismo, Arte y Cultura –a decir del político panista- buscará dar un mayor impulso a estos rubros, así como seguir reforzando la promoción de Puebla.
Para algunos especialistas, antes que provocar el desarrollo económico, la medida suena a producir y atraer a un tipo de turismo que suele ser nocivo porque habla de visitantes que hacen uso, desgastan y violentan los recursos y la riqueza de las comunidades, y para quienes se piensa una cultura del espectáculo que reduce la posibilidad de complejizar el mundo.
Otro asunto pendiente es el saber quién sea designado como secretario del ramo, pues dicho personaje deberá tener ética para enfrentar y resolver, desde lo administrativo, los dilemas que causan el binomio arte y cultura.
Un asunto que hay que notar, además, es que la decisión de formular esta secretaría se hizo sin tomar en cuenta a la opinión pública, es decir, sin incluir a los ciudadanos en esta decisión, tal como sucedió hace seis años con la creación del consejo estatal de cultura.