Con el inicio de 2017, se renuevan los sueños, los compromisos y los anhelos de un porvenir mejor; con el comienzo de una nueva Legislatura, las nuevas gestiones municipales y el nuevo gobierno estatal, también resurge la posibilidad de convertirnos en artífices de la cultura del encuentro, que nos brinde la humildad de hacer un reconocimiento recíproco de la ciudadanía y las autoridades sobre nuestra capacidad de hacer y construir desde el respeto, la tolerancia, la libertad y la justicia.
Este 2017 exige un amplio diálogo social, porque aún las iniquidades y las infamias lastiman a las familias tlaxcaltecas y los desafíos se tornan inmensos si hoy por hoy una madre vive en el infierno por la ausencia de su hija, a quien le fue arrebatada hace prácticamente un año. Hoy, ella y la sociedad entera seguimos preguntándonos #DóndeEstáKarla. Incluso, si sólo este caso existiera (desgraciadamente no es así), por sí mismo, fundamenta la exigencia de que las autoridades cumplan con su obligación de garantizarnos a las mujeres una vida libre de violencia y dejen de ser omisos en lo que mandata la ley sobre la armonización legislativa, ejecutiva y judicial con perspectiva de género.
Este es el momento para apuntalar, arropar, fortalecer y acrecentar esa visión de futuro que nos hace imaginar una Tlaxcala próspera, transparente, segura y en paz. Una Tlaxcala capaz de custodiar la alegría de la que Mario Benedetti nos habla.
Ni desde la ciudadanía ni desde la óptica de las autoridades se nos está permitida la propia autoreferencialidad, no podemos sucumbir ante la tentación del narcisismo estéril que de un lado convoca a la queja vana y del otro a la simulación de que nada malo sucede. Este es el momento de diálogo, del diálogo sin miedo, para comprender los motivos y razones del otro, de la otra y en conjunto buscar consensos que nos unifiquen. En materia de derechos de las mujeres, el diálogo puede comenzar al retomar las propuestas legislativas de crear por ley el Instituto Tlaxcalteca de la Mujer que permita, entre otras cosas, que su titular sea designada a través de una terna y la que busca una adecuada tipificación de feminicidio.