Son muchas voces que desde la sociedad civil y algunas en la clase política, están protestando por el encarcelamiento del ex secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Francisco Castillo Montemayor, pues es evidente que la causa penal en su contra fue iniciada mediante infundios, como parte de una venganza política del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas por haberlo criticado.
Pero el mandatario ha exhibido en varias ocasiones su incongruencia y contradicciones. Esta vez no ha sido la excepción porque durante el sexenio pasado se documentaron excesos, abusos, actos de corrupción e ilegales de funcionarios que hoy gozan de impunidad y la administración de Moreno Valle decidió inventarle un proceso administrativo a Castillo Montemayor, en lugar de castigar a esos ex servidores públicos.
Es seguro que Castillo Montemayor logrará comprobar su inocencia, entre otras cosas, porque cuenta con los documentos que avalan la entrega de los inmuebles, muebles y responsabilidades que tuvo durante su desempeño como secretario, sin que hubiera señalamientos de parte de la administración entrante, la de Moreno Valle, ni de los órganos fiscalizadores.
Basta echarle una revisión mínima a los casos de presos políticos que hay en este sexenio para darse cuenta de qué manera la ley fue torcida para escarmentarlos con el encierro, pero, como los cargos que se les imputaron eran falsos, han logrado salir la mayoría en libertad.