Si, al ir por la calle, hubiera un accidente, cualquiera podría tomar una foto y subirla a las redes. Basta un celular para verter una opinión. El internet ha modificado la velocidad con que se pueden compartir los sucesos, pero ¿compartir una opinión o documentar un suceso es periodismo? Porque si cualquiera puede volverse “reportero” de su propia página, ¿cuál es la función del periodismo en tiempos de comunicación instantánea? Dos entrevistas recientes, a Martín Caparrós y a Antonio Rubio nos hablan de la visión de estos periodistas sobre su labor y los medios digitales.
Trecebits publicó una entrevista a Antonio Rubio el 2 de noviembre. Él trabaja para el periódico español El Mundo. Rubio opina que las redes sociales no hacen periodismo, que sirven para publicitar lo que se hace, que son una herramienta, que no son fuentes primarias ni secundarias, y que en ellas solo hay orientación, pero les falta verificación. Para él, una cosa es la percepción y otra la constatación. Rubio dice que el periodista no debe dejarse llevar por lo fácil, ni por lo rápido, lo importante no es ser el primero (y luego rectificar el error), sino lo hacer las cosas bien. Para él, lo relevante sigue siendo desarrollar el oficio, la ética, la deontología y la técnica. Pero a los lectores ¿Qué les interesa: la inmediatez o la constatación de los hechos?, La red da voz a muchas personas que quieren “informar” pero que no validan fuentes, no generan información nueva, que lo que dicen puede no ser socialmente relevante, no ratifican ni profundizan. ¿Qué buscan los lectores: rapidez o veracidad?
En agosto pasado, la agencia EFE publicó una entrevista a Martin Caparrós, laureado periodista argentino. Él afirma que el objetivo del periodismo es contar a mucha gente lo que no quieren saber. Para él, la sociedad del siglo XXI es una que se permite vivir con los ojos cerrados, por eso, afirma que la clave del oficio del periodismo es mirar muy seriamente. Él ha dicho en ocasiones anteriores, que el periodismo debe hacerse contra el público, es decir, no para complacerlos, sino con los temas que los periodistas honestamente creen que tienen que abordar. ¿Esto pasa realmente?
Ambos periodistas hacen una crítica contra los medios digitales como meros buscadores de rating. Rubio dice que algunos periodistas y medios han confundido su labor y han convertido la profesión periodística en una gallina “clueca” donde solo importa clicar. Para Caparrós esta es una política suicida, porque los medios intentan convertirse en circos, en lugares de entretenimiento bobo. Él dice que esto es un sistema siniestro que fomenta subir publicaciones de banales con tal de tener likes. Para él, si los diarios no retornan a un contenido periodístico de calidad fracasarán.
Si la realidad fuera un lago, el periodismo seria el oficio de los buzos: la profundización bajo la superficie, la indagación, la búsqueda de fundamentos, el análisis bajo las aguas. Los opinadores y posteadores serían aquellos que desde la orilla, sin mojarse, testimonian que hay un lago, que tiene agua y especularían sobre él. Tal vez en ocasiones atinen sobre la temperatura de las aguas, tal vez. Si tú tuvieras que saltar en el lago ¿te interesaría saber que tan profundo está el fondo o que tan fría está el agua antes de echarse un calvado? ¿Tú a quien le harías caso para preparar tu salto?