Desde agosto de 2014 cuando iniciaron las obras de construcción de la autopista México–Puebla, también iniciaron los inconvenientes viales y en consecuencia problemas de pavimentación de las colonias aledañas a la pista.
Hoy en día las calles de colonias como Las Trojes, Nueva Alemania, Unidad Habitacional Volkswagen 1 y 2 y Galaxia Almecatla; están prácticamente destrozadas, según denunciaron representantes vecinales quienes solicitaron al delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Raúl Salvador Aguirre Valencia, que repare sus calles como se los prometió.
Felipe Gil Sánchez, presidente de la colonia Nueva Alemania, reprochó que a la par de la construcción del segundo piso se dijo que se rehabilitarían las calles aledañas a la carretera para que pudiera fluir el tránsito; sin embargo, esto no sucedió.
Acusó que está prácticamente concluida la obra del gobierno federal y sus calles pagaron el costo de la obra que duró más de dos años.
Desde la zona de los estadios con sentido hacia México y hasta la región del Outlet, dijo, las calles volvieron a ser baldías, pues el pavimento quedó destrozado por el paso diario de camiones y vehículos.
“Es urgente que se haga un programa de bacheo o más bien de repavimentación, pues las calles volvieron a ser añicos de tierra, principalmente en la zona de La María a la fábrica Volkswagen”, enfatizó este miércoles en conferencia de prensa.
Pero eso no es todo, pues además de los problemas de pavimentación que trajo la construcción del segundo piso, también provocó congestionamientos viales al grado de que entre tres y cinco unidades del transporte público son asaltadas cada día.
Relató que los choferes del transporte público van a pedir apoyos con los vecinos de la colonia Nueva Alemania pues de forma reiterada les comentan que les quitaron la ganancia de su pasaje.
Por su parte, Rafael Ramírez Hernández, el vecino de Cuautlancingo, señaló que el segundo piso de poco va a servir al descongestionamiento vial pues el tráfico de los colonos continuará debido a que no se hicieron entradas y salidas para ellos.
Lamentó que la obra haya sido solo para beneficio de automovilistas que van de paso por Puebla y no para los que la utilizan todos los días.
La obra del segundo piso tuvo un costo de 10 mil millones de pesos, fue desarrollada por las empresas OHL y Pinfra, quienes obtuvieron la licitación y en consecuencia la concesión para administrar el tramo de 13.3 kilómetros por los próximos 30 años.