“Distinguished guests. Ladies and gentlemen… Welcome to the Gala Evening…”
Enmarcado en un gran espectáculo mediático y sociocultural, con música, luces, danzantes y, literalmente, cortinas de humo y agua (como parte del acto de inauguración), el G–20 se reunió en Hangzhou, China, con un montaje a través del cual los mandatarios de los países integrantes de este grupo, proponen encontrar “una nueva senda” para la economía y que se materialice en acciones reales. Xi Jinping, presidente del país anfitrión, convocó a evitar el uso de “palabras vacías”. Sin embargo, este acto, se nos presenta como una muestra de lo que la doctora Alicia Pino, investigadora del Instituto de Filosofía de La Habana, denomina la “estetización de la cultura y el consumo. Grandes expresiones de poder, enmarcadas en mercadotecnia para posicionar las ideas de los representantes de las naciones dominantes.
Xi Jinping señala la necesidad de “proporcionar una solución que corrija tanto los síntomas como las causas de raíz de los problemas económicos globales”. Sin embargo, no apela al cambio radical, sino a los ajustes necesarios que permitan mantener las cosas casi como están, pero que maquillen los errores no previstos del capitalismo. ¡Siempre desde el capitalismo!
El debate entre los 20 (si es que hay tal) sigue siendo en torno a las opciones por fortalecer, reorientar y reformular el modo de producción capitalista, mismo que está basado en la explotación y sobreexplotación de la mano de obra humana y de los recursos naturales (principalmente de los países denominados subdesarrollados), al servicio de la acumulación de capital. La cumbre del G–20 se trata pues del espacio en que se discuten las ideas que orientarán las políticas macroeconómicas del mundo. Las estrategias para reconstruir el decadente sistema capitalista, que tal como es nos tiene ya sumergidos en una profunda crisis civilizatoria.
Por otra parte, pero en el mismo contexto, se reclama: “Equal participation and innovative development”, en el marco del Women –20, realizado en mayo 24– 26 de este año. Un espacio tangencial para que las mujeres dialoguen acerca las “necesidades” de las mujeres. Demandan, como en muchos otros espacios, la incorporación de la transversalidad de la perspectiva de género, enfatizando en las “bondades” de la participación de las mujeres a la economía global, mismas que son resultado de los procesos de subsunción de espacios y acciones, socioculturalmente impuestos y atribuidos a las mujeres, y subsumidos ahora a la lógica del capital.
Y mientras tanto, en otras partes… duras críticas a la madre Teresa de Calcuta de quienes cuestionan su santidad… Y Newton, el huracán, toca tierra en México dejando muertos y desaparecidos… Y los grandes problemas del mundo, los vamos cargando en lo cotidiano los de abajo, como diría Mariano Azuela, y así ante panoramas adversos y de espectáculo, vale la pena mirar aquellos espacios y movimientos que emergen y proponen formas alternativas de hacer la vida, de construir la justicia social y la dignidad, aspectos irrelevantes para el G–20.