Quizá una de las formas contemporáneas de medir el impacto de un tema periodístico en Internet y en las redes sociales es a través de los mensajes virales presentados en diferentes formatos, mejor conocidos como memes. Aunque aún no hay una definición aprobada por instituciones como la Real Academia Española o la Academia Mexicana de la Lengua, la palabra se usa de manera tan común, que el motor de búsqueda Google arroja unos 97 millones de resultados si a uno se le ocurre averiguar acerca del término. Los memes son mensajes que en la mayoría de los casos expresan una visión satírica, cómica o burlona de un tema en específico, que puede ir desde las situaciones generales aplicables a diversos grupos, hasta los temas noticiosos de alcance internacional. Cuando este es el caso, por lo general, la difusión es proporcional a la importancia del tema en la agenda mediática, (se hacen y difunden memes mientras el tema es relevante en las emisiones noticiosas) y escasamente se hace mención de ellos en los medios importantes de circulación nacional. Quizás podríamos considerar que los memes son una forma en la que muchas personas se enteran de la información que desconocerían cuando sus hábitos de consumo informativo son pobres o nulos. En estos tiempos, es probable que aunque no estemos acostumbrados a seguir noticias con la consulta de distintos medios, veamos algún meme en redes sociales o internet.
Dos casos recientes sobre el uso de los memes pueden darnos idea de la importancia que están cobrando en el entorno comunicacional: en la reciente reunión de los mandatarios de Canadá, México y Estados Unidos hace unos días, circuló una gran cantidad de memes con la etiqueta #3amigos, que dicho sea de paso, me parece un desatino considerable en materia de comunicación, ya que hace alusión a una película cómica y resta importancia al tema. La búsqueda de varias palabras vinculadas con el tema arrojó un resultado de más de 300 mil publicaciones relacionadas con los momentos incómodos y ciertos encuadres fotográficos curiosos. El otro caso fue el de la profesora chilena Jacqueline Bustamante, que pidió a sus alumnos que hicieran memes referentes a una parte de la novela Cien Años de Soledad. La profesora tomó fotos a los trabajos y los subió a la red facebook, donde se hicieron virales. Este último caso ilustra muy bien el entendimiento del entorno de comunicación, de los usuarios de las redes y el internet, cosa que no ha sido fácil para los grandes equipos de industrias mediáticas como Televisa, que no atina con los servicios nuevos, y que lejos de adaptarse a las audiencias, ofrece más de lo mismo.