“Sacar obras de otros lugares no es nada interesante, la verdad”, sentenció la historiadora del arte de la UNAM Clara Bargellini Cioni al opinar sobre la forma en que, con la apertura e instalación del Museo Internacional del Barroco impulsado por el gobierno estatal, se privilegió el saqueo de otros museos y acervos de la ciudad, así como el préstamo que hicieron otros recintos nacionales e internacionales.
La miembro del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM es toda una institución al momento de hablar del arte y de la historia del arte. Como señala su breve pero sucinto historial publicado en www.esteticas. unam.mx/clara_bargellini, es doctorada en Historia del Arte por la Universidad de Harvard.
Además de su vasta labor pedagógica y de merecer en 2005 recibió el Premio Universidad Nacional en Investigación en Artes, de la especialista destacan sus investigaciones arte novohispano, coleccionismo y recepción del arte novohispano, especialmente en Estados Unidos.
Autora de múltiples ensayos, libros y artículos sobre el arte y la arquitectura del norte de la Nueva España, Bargellini Cioni se ha preocupado por la conservación de obras de arte, labor que se ha reflejado al ser fundadora y miembro del Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte del IIE.
Actualmente sigue con sus trabajos sobre el arte y la arquitectura del norte de México y con su interés en el arte novohispano como parte de la cultura renacentista, barroca y neoclásica. A la par, colabora en el proyecto de la Historia del Arte de México del IIE.
A Puebla, la historiadora del arte Clara Bargellini Cioni vino como curadora de la exposición “Testimonios de fe: colección de exvotos del Museo Amparo”, la cual fue abierta este fin de semana.
Durante una entrevista, señaló que el proyecto del MIB es inverosímil por una fuerte razón: porque en Puebla “hay tantas historias, tantas iglesias y tantos museos que cuidar”.
Para la especialista en arte novohispano, es claro que “hacer un museo más, así, sacando cosas de otros lugares, no se me hace nada interesante, la verdad”.
Bargellini Cioni fue específica al decir, con toda su experiencia académica y curatorial, que “hacer un museo de arte barroco en Puebla sacando el arte de sus acervos y de sus recintos, y siendo esta una ciudad en donde sus iglesias lo exhiben, no tiene sentido”.
El MIB no corresponde con la realidad
De las 2 mil 400 obras que se exhiben en el Museo Internacional del Barroco (MIB), solamente unas 60 piezas constituyen la llamada Colección MIB, es decir, apenas 2.5 por ciento, pese a que el tener un acervo propio, según especialistas, es uno de los principales requerimientos de cualquier proyecto museístico sólido.
De igual forma, resalta que más de 70 por ciento de la colección es del Museo Franz Mayer de la Ciudad de México, por lo que algunos no han dudado en llamarlo como “Museo Franz Mayer sucursal Puebla”.
Otro tanto, en menor porcentaje, son las piezas de museos internacionales como el Museo Naval de Madrid, de España; el Museo de San Agustín de Manila, Filipinas; el Patrimonio Nacional Palacio Real, de Madrid, España; el Museo de Bellas Artes de Oviedo, Asturias; el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, España y el Monasterio de El Escorial, todos ellos ubicados en España.
Al respecto de la forma en que fue “consolidada” la colección, la historiadora del arte Clara Bargellini opinó que es una razón más del sinsentido que representa el MIB.
Ello, explicó, porque si bien existen otros museos que carecen de una colección propia su objetivo es distinto, ya que su tarea primordial es ofrecer y montar exposiciones sobre la temática que les compete.
Ejemplo de ello, expuso la autora del libro La arquitectura de la plata: iglesias monumentales del centro–norte de México, 1640–1752, es el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) de la UNAM.
Ello, explicó a esta reportera, porque su necesidad esencial fue el abordar y exponer arte contemporáneo. “El MUAC inició sin una colección propia, que ahora ya ha ido formando, porque su objetivo era exhibir arte contemporáneo, algo que sí corresponde a la realidad y en lo que estoy de acuerdo”, concluyó.