Viernes, marzo 29, 2024

Athié: el arzobispo ha dado continuidad a la impunidad que goza el cura Nicolás Aguilar

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Es posible que el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, sepa el paradero del cura pederasta Nicolás Aguilar, quien violó a decenas de niños en la región de Tehuacán y Estados Unidos y que incluso el sacerdote siga ejerciendo su ministerio con impunidad, advirtió Alberto Athié, defensor de las víctimas de abuso sexual por clérigos.

Athié consideró que la impunidad que goza Nicolás Aguilar puede cundir como ejemplo para otros sacerdotes que incurren en la violación de menores, por lo que re necesario que desde la comunidad católica se presione a la jerarquía para que se castigue al cura, tal y como ha sucedido en Estados Unidos en casos similares.

Los comentarios de Athié se dieron en el marco de una jornada de análisis y reflexión titulada “¿Qué deja la visita de Francisco a México?”, celebrada ayer en la Universidad Iberoamericana Puebla y en el que participaron especialistas y activistas expertos en el tema.

Alberto Athié expresó que el gran problema que enfrenta el Papa es el reposicionamiento de la iglesia en el mundo contemporáneo: “Francisco tiene dos posicionamientos, el primero es el hecho de acercarse a personas vulnerables y la segunda, no tocar cuestiones dogmáticas y morales”.

El activista defensor de los derechos de las víctimas de abusos sexuales de religiosos, detalló que este papado se caracteriza por la apertura de la Iglesia hacia un mundo contemporáneo y la nueva actitud sin cambiar una coma de los principios.

“Creo que debemos hacer una reflexión de fondo, pues los grupos más lastimados ahora están más vulnerables y desamparados con la visita del Papa”, comentó, al enfatizar y cuestionar a qué acuerdos llegó el equipo del representante de la iglesia católica con el gobierno mexicano.

Por su parte, María Eugenia Sánchez Díaz de Rivera lamentó que el jerarca “haya supeditado el Evangelio”, al preferir reunirse con la clase política dominante y no con grupos agraviados que necesitaban de su apoyo directo, como los padres de los 43 desaparecidos de la Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.

En esa lógica manifestó que la visita del Papa Francisco, lejos de convertirse en un hecho que aliente al obispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, a defender a los pueblos indígenas de la Sierra Norte, cuyos territorios son amenazados por los proyectos mineros, hidroeléctricos y extractivos, le ratificará que debe seguir como hasta ahora, conviviendo con el poder y guardando silencio.

Sánchez Díaz de Rivera centró su mensaje en el discurso que emitió el Papa durante su gira. “En su visita a México, las autoridades civiles, religiosas y los medios de comunicación organizaron una impresionante maquinaria para utilizarlo, para neutralizar cualquier cosa incómoda que dijese”.

Ante la mirada de la socióloga, la manipulación que sufrió el jesuita fue muy poderosa. “Es un hecho que las autoridades deseaban que la visita del Papa legitimara o al menos hiciera menos visible, la política depredadora de gobierno federal, la política siniestra del gobernador de Chiapas, la política letal de las migraciones”.

Asimismo, puntualizó que es inaceptable que no sólo haya guardado silencio en torno a las situaciones emblemáticas de las víctimas directas del Estado, sino que haya desplazado, claramente, la responsabilidad de éste.

Por su parte, el sacerdote jesuita, colaborador de la Misión Bachajón, expuso lo que dejó la visita de Francisco en las comunidades indígenas. “Nos ha venido a refrescar la sonrisa y la esperanza”.

El maestro en Filosofía Social, expresó que la visita del Sumo Pontífice en San Cristóbal, Chiapas, llegó a reivindicar la iglesia de hermanos y hermanas servidores que no pretenden cargos jerárquicos. “El Papa vino a fortalecer una iglesia que camina con rostro de hombre y mujer; un reencuentro de la iglesia universal con la iglesia de San Cristóbal”.

Igualmente expresó que el Papa Francisco no solo fue a unir ambas iglesias, sino a denunciar hechos realizados injustamente hacia los miembros de comunidades indígenas, así como a fortalecer los desafíos ambientales que enfrentamos como comunidad.

El panel “Francisco, el pueblo mexicano y los derechos humanos”, contó con la participación David Velasco, del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) quien en su momento señaló que al papa Francisco hay que leerlo entre líneas, para rescatar la invitación y desafío que plantea sobre las violaciones a los derechos humanos en México.

Asimismo, el sacerdote jesuita comentó que el último discursó oficiado por Francisco fue una convocatoria general a ser defensores de los Derechos Humanos y con ello invocar a la Virgen de Guadalupe, la cual es una parte clave y fundamental para rescatar la devoción del pueblo mexicano.

Por su parte, Luis Tapia, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, expresó que las víctimas de la violencia en México tenían grandes expectativas sobre la visita del Papa, pero realmente no hubo una referencia concreta sobre la denuncia de las distintas violaciones ocurridas. “El discurso de Francisco sobre los derechos humanos se quedó corto”.

Finalmente, en la conferencia Implicaciones Políticas de la Visita del Papa, el coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública, Miguel Calderón Chelius destacó que la intervención del Sumo Pontífice estuvo muy controlada por el Estado. “El ejemplo más claro de ellos es que en sus visitas nunca expuso una crítica sobre la crisis en México, no así durante el vuelo en donde sí habló de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa”.

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