Al cierre de enero, en Puebla se reportaron siete asesinatos con violencia a mujeres, que encajan en el cuadro legal de feminicidios, lo cual representa en promedio dos muertes por semana.
Apenas este fin de semana fue identificado el cuerpo de Manuela Jiménez Acatla, quien fue brutalmente asesinada en la población de Chiconcuautla, ubicada en la Sierra Norte del estado.
La mujer tenía 77 años de edad y fue encontrada por sus familiares en un predio de la zona conocida como Kokoyoco.
El cuerpo fue degollado y presentaba heridas en las mejillas y un trozo de madera incrustado en la parte inferior de la mandíbula.
El nieto de la octogenaria, José Jiménez Aldana, relató que la señora salió temprano de su domicilio para recoger leña, al percatarse que no regresaba acudieron a buscarla y la encontraron sin vida.
El caso de Manuela se suma al de otros seis feminicidios que han sucedido en los municipios de Tepeaca, Cuautlancingo, Huejotzingo, San Martín Texmelucan, Huauchinango, Acatlán de Osorio y Chiconcuautla.
El año pasado el rector de la Universidad Iberoamericana campus Puebla, Fernando Fernández Font, consideró urgente decretar la alerta de género en el estado ante el incremento de feminicidios.
También cuestionó la autonomía de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CDH), que en lugar de pugnar por esta alerta, dijo, se ha dedicado a enviar una serie de cuestionarios a las organizaciones civiles que reclaman atención a esta problemática.
De acuerdo con versiones periodísticas, el primer reporte fue el asesinato de Brenda Tlatelpa Mora, encontrada el 6 de enero en el municipio de Tepeaca dentro de un motel, quien según el Servicio Médico Forense murió una noche anterior.
La joven de 20 años fue reportada como desaparecida por su familia avecindada en San Pablo del Monte, Tlaxcala, y se sospecha que su pareja sentimental sea la responsable de su muerte.
El segundo caso es el de Modesta Flora Tapia González, de Cuautlancingo.
La mujer de 70 años de edad fue hallada muerta el mismo 6 de enero, a orillas de la autopista México–Puebla, a la altura de la unidad habitacional Volkswagen II.
La septuagenaria presentaba una herida de proyectil de arma de fuego en la cabeza.
En tanto, Adriana Santos, de solo 17 años de edad, fue asesinada por su novio tras una discusión por celos en Huejotzingo.
La necropsia practicada a la joven, cuyo cuerpo fue encontrado el 18 de enero, reveló que murió luego de que su pareja le introdujo un palo y desgarró su útero, ya que intentó hacer pasar el crimen por una violación.
Dos días después, el 20 de enero, fue hallado el cuerpo de Ángela Leyva dentro de su casa en San Martín Texmelucan.
Familiares de la mujer describieron que encontraron a Ángela con las manos atadas pero sus pertenencias estaban revueltas, por lo que sospechan que fue un crimen de odio.
El jueves 21 fue encontrado un cadáver de una mujer en una barranca de Tenango de las Flores en el municipio de Huachinango.
Según el reporte del servicio forense, se trata de una joven de entre 20 y 25 años que murió por el impacto de una piedra en su cabeza.
El cadáver presentó signos de violencia, tenía golpes en diversas partes del cuerpo, la pierna izquierda fracturada y no llevaba ropa interior.
Apenas este fin de semana se reportó el asesinato de María Balbuena Guerrero, en el municipio mixteco de Acatlán de Osorio.
La mujer de 35 años de edad fue estrangulada con un lazo. Su marido es el principal sospechoso.