Atrás de las complicaciones para lograr una alianza electoral en Tlaxcala entre el PRD y el PAN se encuentra la mano no solo de la senadora Adriana Dávila Fernández, sino también del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa y su esposa, Margarita Zavala, con un doble afán: por un lado buscar una gubernatura para una calderonista –en la persona de la legisladora Dávila Fernández–, y por otro cobrarle “viejas facturas” al jefe del Poder Ejecutivo de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas.
Desde el año pasado el grupo político de la senadora Adriana Dávila se puso como meta demostrarle al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) panista que en el PAN de Tlaxcala no manda Rafael Moreno Valle Rosas, luego de que el gobernador poblano maniobró para intentar imponer a los tres candidatos a diputados federales del albiazul de ese estado, logrando solamente colocar a un abanderado.
En la óptica numérica al PAN le conviene una alianza con el PRD para poder derrotar al PRI, o mejor dicho al grupo del gobernador Mariano González, pero se sabe que Felipe Calderón y Margarita Zavala han influido, maniobrado en el CEN panista para que no se decidiera desde la cúpula nacional del albiazul esa coalición entre el partido de la derecha y el instituto del sol azteca.
Al final el CEN panista ha consultado a los grupos locales del PAN en Tlaxcala y éstos se han manifestado contra la alianza del PRD.
Dicha respuesta se debe a que quien realmente maneja los hilos conductores del albiazul en ese estado es la senadora Adriana Dávila, una de las pocas calderonistas que sigue teniendo mucho poder político y nunca dejó de ser leal al ex presidente Calderón.
La principal razón que mueve a los calderonistas es: cobrarle “facturas” a Moreno Valle, pues en el año 2012 el mandatario poblano –guiado por su entonces mentora Elba Esther Gordillo– no colaboró en la campaña de la candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, y en cambio es de dominio público que ayudó al proyecto del abanderado del PRI, Enrique Peña Nieto.
Ese comportamiento de Rafael Moreno Valle en 2012, junto con otras afrentas cometidas contra panistas de Puebla, dejó una larga seria de agravios que siguen vivos.
Por eso la gente de Felipe Calderón se ha movido para complicarle a Rafael Moreno Valle sus planes de repetir una alianza electoral del PRD con el PAN para el caso de Puebla.
Y es que desde mediados de 2015 se supo que Moreno Valle le ofreció al PRD que si aceptaba aliarse con el PAN en Puebla, él lograría una coalición en Tlaxcala entre ambos partidos, pero con un candidato salido de las filas perredistas.
Es decir, en torno a la senadora Lorena Cuéllar Cisneros, quien es cercana al morenovallismo y es la única integrante del sol azteca con presencia para ser aspirante a la titularidad del Poder Ejecutivo.
Cuando a finales de 2015 ganó la presidencia nacional del PAN el queretano Ricardo Anaya, Moreno Valle le presumió a los líderes de las corrientes del PRD que él controlaba al nuevo dirigente del albiazul y por tanto estaba garantizado que el CEN panista aceptaría aliarse con el partido del sol azteca en Tlaxcala.
Lo grave de esta situación es que los grupos del PRD, principalmente la corriente de Nueva Izquierda, se creyeron el cuento de Moreno Valle y por esa razón se vino alimentando la idea de que el partido del sol azteca tenía en el bolsillo la recuperación de la gubernatura de Tlaxcala, luego de que esa entidad tuvo un mandatario perredista entre 1999 y 2005 en la figura de Alfonso Sánchez Anaya.
Eso explica el exabrupto que el pasado 22 de diciembre tuvo el presidente del PRD, Agustín Basave, quien en tono histérico amenazó con renunciar si no hay alianza en Tlaxcala, además de advertir que no habrá coalición en Puebla.
Dicha situación muestra por un lado la candidez de Agustín Basave y la corriente Nueva Izquierda que creyeron los cuentos chinos de Moreno Valle, y por otro, que el gobernador de Puebla no tiene el poder político que dice tener, ya que en el CEN panista su influencia ha sido limitada por Ricardo Anaya y otros panistas que se sienten agraviados por el mandatario, como es la gente cercana al ex presidente Felipe Calderón.