Gustavo Rodríguez Zárate, director del Albergue de Migrantes La Asunción, advirtió que los empresarios que promueven minas e hidroeléctricas en Puebla, también alientan que los transmigrantes centroamericanos que viajan hacia Estados Unidos, se queden en territorio local, para explotarlos como mano de obra barata.
“Están atorando a los centroamericanos en el país: eso lo dicen desde Chiapas, Guadalajara… hay salvadoreños, hondureños en distintos estados. Se están quedando, ya no son transmigrantes, son inmigrantes. Antes los migrantes salían por pobreza, por economía, hoy es por violencia: las maras, la droga, están violentando a las familias de Honduras, Guatemala, del Salvador. Ya no quieren llegar a Estados Unidos; se están esparciendo por Puebla, Morelos, Veracruz, Tabasco, Chiapas y Oaxaca”, afirmó el sacerdote, quien también dirige la Pastoral de Migrantes de la Arquidiócesis poblana.
“Estaremos preparados para ayudar como albergues a los que se quieren quedar, para que sepan cómo hacer trabajos positivos, porque a muchos de ellos (de los transmigrantes) los emplean para robar autopartes, para la trata de personas, para el tráfico de drogas”, aseveró el líder religioso.
Y agregó: “Cada vez la frontera de Estados Unidos está llegando para abajo. En Puebla, Guerrero, Oaxaca, donde están abriendo las mineras y las hidroeléctricas, ahí quieren la mano de obra barata centroamericana a los que les van a pagar menos, esa es la visión que tenemos, nos preocupa”.
Rodríguez Zárate emitió las anteriores declaraciones en una entrevista que se le hizo en el marco del Foro Ciudadano de Análisis sobre La Gestión de Rafael Moreno Valle Rosas, que se llevó a cabo en la Sala Carlos Marx de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), celebrado la semana pasada.
En ese marco, a pregunta expresa, reveló que grupos del crimen organizado han amenazado a curas, monjas y demás personal religioso que brinda ayuda humanitaria a los transmigrantes en los albergues:
“Sí, ser defensor de derechos humanos de migrantes es de alto riesgo. Sí hay amenazas, sí nos han fastidiado, pero nosotros tenemos muy clara la ayuda humanitaria, eso es lo principal, colaborar y estar en contacto con las universidades y académicos que son las que investigan, que son los que tienen los estudios y los análisis estos movimientos y sus interpretaciones”.
Cuando se le preguntó al sacerdote para qué tipo de tareas el crimen organizado está utilizando a los transmigrantes, contestó:
“A mí me impacta además del tráfico de drogas, que los utilizan para entregar personas para el tráfico de órganos: las experiencias que nos cuentan allá y aquí, es que van los primos, van en grupito y que de pronto desaparecen en el desierto ¡olvídense, no los van a encontrar y si encuentran su cadáver es sin órganos. Es la cuota que les piden a los coyotes para pasar libremente, es entregar un cuerpo o un ser humano para quitarle los órganos. Es lo que nos han platicado los que ya están de retorno”.
–Usted en el foro denunció que ahora las bandas de narcotraficantes contratan a jóvenes poblanos que antes se hubieran ido de migrantes a Estados Unidos, pero que ahora se quedan en el territorio estatal, para cuidar las casas de seguridad donde mantienen cautivos a los transmigrantes que son utilizados para el trasiego de drogas o de órganos.
–Nos lo platican los catequistas, párrocos de la zona sur del estado, que en la zona que colinda con el Pico de Orizaba ya los tienen contratados para seguridad, para halcones, para proveer víveres a las casas de seguridad –contestó.