Solamente cinco de los 50 crímenes por odio registrados en Puebla a lo largo de las últimas dos décadas han sido sentenciados, aunque no han sido reconocidos como tal, sino como delitos del fuero común. De éstos, acontecieron siete en lo que va 2015, uno cada mes, es decir, de enero a julio del presente año.
Lo anterior fue denunciado por miembros del Comité Orgullo Puebla, quienes exigieron que el estado y la administración actual de Rafael Moreno Valle Rosas emita el reglamento que podrá poner en vigor la Ley contra la discriminación, un paso pendiente en la ley que lleva 18 meses de retraso en el Poder Legislativo.
Al parecer, coincidieron Alberto Ballesteros, Arely Ramos y Francisco Javier Montiel, al gobierno de Moreno Valle no le interesan los temas concernientes al respeto y la no discriminación hacia personas de la comunidad LGTB, ya que no está destinando recursos ni brindando capacitaciones para sensibilizar lo mismo a la sociedad que a los funcionarios y entidades públicas.
Esa “omisión y dilación”, expusieron durante una rueda de prensa, se demostró en la tardanza para conseguir el permiso que les llevará a realizar el próximo 7 de noviembre la tradicional Marcha del orgullo gay, que saldrá del Parque Juárez hacia el zócalo de la ciudad.
La marcha, dijeron Ballesteros, Ramos y Montiel, tiene como prioridad hacer oír su exigencia hacia los poderes estatales, sobre el respeto y el reconocimiento que requiere la comunidad, aspectos que son “una gran deuda”.
Además de la exigencia para que el Congreso local revise y apruebe el reglamento la Ley contra la discriminación, el cual debió emitirse en los primeros 180 días naturales en los que se aprobó dicha iniciativa, la comunidad gay, bisexual, transgénero y transexual de Puebla pedirá que se tipifiquen los delitos cometidos en su contra y deje de privar la impunidad.
Asimismo, en el mismo ámbito legal, pedirán que se reforme el Código Civil en materia de identidad sexogenérica, para que se permitan las correcciones en las actas de nacimiento de las personas transgénero, con vías a terminar con las dificultades jurídicas que atraviesan. “Dar certeza es un derecho humano que no se puede seguir negando”, expuso Arely Ramos.
Otra petición más de la Marcha del orgullo gay, agregaron, será que el estado y el municipio de Puebla designen un día –estatal o municipal– de la lucha contra la homofobia, tal como lo han hecho municipios de la entidad, como Nealtican, Mazapiltepec y San Pedro Cholula.