Para el sábado 1 de agosto los asistentes al Museo de arte religioso ex convento de Santa Mónica podrán encontrarse, casualmente, con algunos de los dispositivos creados por artistas, arquitectos, estudiosos del arte y gestores culturales jóvenes que participaron en un taller sobre educación en los museos.
Se trata de las acciones que durante tres semanas emprendieron los participantes guiados por el artista e investigador estadunidense de origen cubano Kris Derek Hechevarria, quien trabajó este proceso en Puebla como parte de la residencia artística otorgada por Arquetopia, fundación para el desarrollo.
Para el artista formado en el Instituto de Arte de Chicago, ciudad en la que reside y en la que realiza diversos ejercicios e investigaciones sobre el tema, es vital que el público se “conecte” con los recintos culturales, es decir, que encuentre una identificación con lo exhibido y con la forma en que se exhibe.
“Mis estudios se enfocan en conectar a la gente para que puedan identificarse a partir de algo propio, de procesos y preguntas que les hagan tener un diálogo”, dijo durante una entrevista a la mitad del taller que culmina hoy.
Una de las barreras para lograr esa conexión, dijo Hechevarria, es el prejuicio que sigue pesando sobre los museos: que son aburridos. Como ejemplo de que no lo son, el artista recordó la ocasión en que convenció a su sobrina para visitar un recinto de este tipo en su ciudad, al que ella y sus papás no habían asistido porque “era aburrido y para eso estaban los viajes escolares”. Una vez en él, recordó, su sobrina anuló la idea de lo aburrido y logró una conexión con el espacio.
“Estoy convencido que el arte no es algo cerrado, que es una forma de conexión que se gesta a partir de una experiencia personal”, consideró el investigador.
Incluso señaló que él mismo es ejemplo de que el arte es para todos, ya que al ser hijo de una familia de migrantes cubanos no tuvo la experiencia de visitar su primer museo sino hasta los 17 años de edad, momento en que supo que quería dedicarse a estudiar estos espacios.
Por ello, afirmó, esa conexión que se establece con el museo también ayudará a romper otro de los mitos que giran en torno a dichos lugares: que son exclusivos para cierto tipo de gente, como lo es aquella que tiene poder adquisitivo. “Yo creo que el museo es un espacio para todos, porque creo que el arte puede, de diversas formas, ayudar a la gente”.
Kris Derek Hechevarria informó que para el sábado 1 de agosto de las 10 a las 13 horas los paseantes del Museo de Santa Mónica, que se ubica en la 18 Poniente número 103, se encontrarán con algunos de los dispositivos creados en el taller “Comonicarte (sic): el museo eres tú”, el cual implicó que los participantes entraran a un proceso integrado por conversatorios, recorridos guiados y formación de equipos que trabajaron diversos espacios.