Muchas son las arbitrariedades que lleva el patético engendro llamado reforma educativa que el gobierno federal se ha propuesto imponer, a pesar de la oposición de los maestros del país. El engaño, la trampa y la mentira prevalecen en cada acción que la Secretaría de Educación Pública (SEP) implementa para los maestros. Esta situación de la que nadie habla, que no se discuten en ningún noticiero televisivo, donde se han dedicado a denostar a los maestros mexicanos, protagonistas de la educación y que deberían ser los pilares de cualquier reforma educativa.
Existe una modificación a los artículos 3º y 73 de la Constitución, claramente regresiva y a pesar de que ninguna ley se debe aplicar retroactivamente en perjuicio de los trabajadores, con engaños y trampas la SEP pretende que los maestros renuncien a la ley que los ampara al haber ingresado al servicio educativo y cotizar las cuotas al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) al tener su plaza base.
Quien asiste a que le apliquen las evaluaciones del INEEE que son en línea, o ingresan sus “evidencias” (trabajos de los alumnos que solicita la SEP), se pone en la ruta de la pérdida de su empleo, que lo corran del servicio educativo, al grado que para ingresar a la plataforma existe una leyenda que dice “renuncio a la antigua ley” y si no contestan sí, no pueden continuar. Se trata de una trampa vulgar, al hacer esto despojan de la protección laboral al docente que ingreso al servicio antes de 2013, aquellos que reprueben serán “reubicados” degradando al maestro en su salario, alejándolo de las aulas ya que queda imposibilitado para volver a dar clases, y si bien le va dándole un miserable fondo de retiro con el cual la SEP–gobierno se desentiende de cualquier responsabilidad, no es una jubilación, mucho menos una pensión, todo esto sin la posibilidad de ser defendido por su sindicato lo que lo convierte en un sindicato charro que nada ha hecho por la defensa de los derechos laborales de los maestros, pero sí quincena con quincena recibe sus aportaciones. Esta es otra de las razones por las cual existe este rechazo a la evaluación a todas luces punitiva. De no detenerse tendremos a miles de docentes en la calle sin importar si tienen 15 o 20 años de servicio.
El personal de apoyo no escapa, están en la ruta del contratismo y pronto quedaran como responsabilidad de los municipios y cuando estos no puedan pagarlos serán responsabilidad de los padres de familia, despido masivo para administrativos, técnicos y manuales. La carga para los padres de familia será cada vez mayor haciéndose cargo de la mayoría de los gastos de las escuelas.
De calidad educativa, nada: se avecina un sometimiento cultural de niños y jóvenes mexicanos para convertirse en mano de obra barata y esclavizada, como lo dicta el modelo empresarial neoliberal.
Apoyemos al magisterio en su lucha por la derogación de esta nefasta reforma, mañana viernes 10 de julio a las 4 de la tarde habrá una marcha que saldrá del Paseo Bravo para exigir al gobierno un alto a la criminalización del magisterio, rechazo total a la evaluación punitiva y en defensa de la educación pública y gratuita. (Visite el sitio: www.regeneracion.mx).