A dos años de su asesinato, familiares del ex rector de la UAP Samuel Malpica Uribe exigieron a las autoridades estatales justicia y el esclarecimiento de su homicidio, debido a que las indagatorias penales se encuentran estancadas.
En rueda de prensa, Samuel Óscar Malpica Moreda, hijo del ex académico, dijo que la falta de resultados ahonda la sospecha de que la muerte de su padre fue por tintes políticos.
Expuso que hay varias irregularidades dentro del proceso de investigación, pues sostuvo que la muerte de su padre, ocurrida el 2 de julio de 2013, fue en vísperas a las elecciones municipales en Puebla.
En su carácter de hijo y universitario, demandó a las autoridades agoten todas y cada una de las líneas de investigación que este caso requieran hasta que se resuelva.
“Exijo que se realice una correcta investigación del homicidio del ex rector Samuel Malpica Uribe, y que ésta no se contamine nuevamente con artimañas político–electorales”, señaló.
El declarante expuso que seis meses antes de su homicidio, Samuel Malpica había sido agredido con un arma blanca.
Relató que el 13 de junio de 2013 el académico presentó una denuncia ante el Órgano de Fiscalización Superior del Estado ante una supuesta red de corrupción.
Dijo que dos días después del homicidio, la señora Magdalena Flores, viuda de Samuel Malpica, reveló que el ex rector se proponía a emprender una huelga de hambre relacionada con su demanda pública, formulada en relación con irregularidades administrativas dentro de la máxima casa de estudios.
Según declaraciones, Malpica Moreda refirió que en sus últimos instantes su padre salió en short y sandalias a comprar un medicamento a una farmacia cercana a su domicilio; como no le alcanzó para pagar retornó a su casa.
“Y fue al volver a salir cuando fue ultimado. Como hecho curioso, según una nota publicada por La Jornada de Oriente el 4 de julio, minutos antes de que ocurriera la muerte de mi padre se realizó una serie de disparos con balas de pintura hacia la farmacia a la que él se dirigía a comprar, lo cual hace suponer que ese hecho pudo haber sido un distractor para la vigilancia del lugar”, explicó a los reporteros.
Al día siguiente a su fallecimiento informó que su tío, Jesús Malpica Ramírez, declaró a la prensa que nunca hubo intimidación contra su padre, cuando la viuda afirmó que sí había recibido amenazas de muerte tras asegurar que en la UAP operaba una red de corrupción que implicaba al ex rector Enrique Agüera.
Asimismo, señaló que según versiones periodísticas el gobierno de Rafael Moreno Valle dio un manejo político y faccioso al asesinato de Samuel Malpica como último recurso para minar la puntuación de Agüera Ibáñez.
Como otro dato curioso, dijo que “fue la primera ocasión en que la Procuraduría General de Justicia, bajo la administración morenovallista, reveló detalles de un delito de alto impacto”.
Malpica Moreda comentó que el gobierno estatal no dudó en insinuar que habría un móvil político en esta tragedia fuertemente aunada a asesinatos de otros militantes poblanos, como lo fueron Joel Arriaga, Enrique Cabrera o Alfonso Calderón Moreno.
Ahora, después de más de 730 días, no asumió su responsabilidad de investigar, esclarecer y de castigar a los implicados.
“No olvide, señor gobernante, que esta sociedad, aparentemente sumisa, temerosa y olvidadiza, tarde o temprano pasa las facturas; el pasado mes de junio fue especialmente malo para usted al perder 9 de los 16 distritos en disputa, aunado a que el periódico Excélsior exhibió en último lugar de preferencias al mandatario Rafael Moreno Valle entre los precandidatos a la presidencia de 2018”, concluyó.