El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso local, Carlos Martínez Amador, reconoció que la reforma constitucional que impulsa el Partido Acción Nacional (PAN) en materia de servicios municipales tiene un fin privatizador, ya que busca crear “candados” para proteger los intereses de las compañías que asuman el control de esos servicios.
En entrevista, el legislador dio su aval al proyecto y confirmó que los diputados del PAN no pudieron continuar ayer la revisión y discusión del mismo, pero insistirán en el tema en la próxima mesa de trabajo de las comisiones unidas de Gobernación y Asuntos Municipales, que aún no tiene fecha.
De acuerdo con Carlos Martínez, la bancada de Acción Nacional busca dar “seguridad para el inversionista” modificando la Constitución local con la finalidad de que el Poder Legislativo sea el que autorice y cancele al gobierno del estado la responsabilidad de asumir la prestación de los servicios municipales, ya que actualmente la decisión la toman los cabildos.
Ante las acusaciones que han realizado actores políticos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo (PT) de que se trata de una iniciativa inconstitucional, el presidente del Congreso indicó que están en su derecho de recurrir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para exponer sus opiniones.
Carlos Martínez aceptó hablar del tema en una entrevista apresurada que concedió a los reporteros asignados a la fuente de política en los pasillos del palacio legislativo.
–¿Al privilegiarse las inversiones no se vulnera la municipalidad? –preguntó una representante de los medios de comunicación.
–La figura ya existe –respondió Carlos Martínez de manera evasiva.
–Si ya existe, ¿cuáles son los motivos de la modificación –atinó a cuestionar otro reportero.
–Lo único que estamos haciendo es poner un candado, es todo (…) que pase por el Congreso, nada más –contestó el legislador, quien también coordina al grupo parlamentario del PRD.
Carlos Martínez cortó la entrevista de tajo, arguyendo que no tenía “nada más que comentar” sobre el tema, por lo que apresuró el paso hacia las oficinas de la presidencia de la junta de gobierno, las cuales tienen un acceso restringido.