La Cleta Cartonera editó un nuevo título en su colección Narrativa. Se trata de Clausewitz y yo, una novela corta del escritor cubano Carlos A. Aguilera (La Habana, 1970), quien pone a circular dos violencias: “la estética y la que toda persona tiene en sí misma”.
“A mi padre lo maté de un tiro en la frente. La bala, una de esas redondas que se usan para matar animales, le entró por el borde superior de la ceja derecha y le salió inmediatamente por detrás, llevándose con ella parte de su cabeza, su pelo, su sangre, sus venas…, e incrustándolo todo en la pared”.
Así es como inicia este relato largo en el que se cuenta a detalle, desde la primera persona, el parricidio que comete el narrador.
Ese brutal asesinato da pie a que se cuente, a lo largo de una veintena de páginas, la áspera relación entre padre e hijo, mediante un tono y un registro que buscan justificar el acto sin excluir la ofensa.
Como explica el autor, Clausewitz y yo es “un pequeño libro, un relato largo, donde se ponen a circulan dos violencias, la de lo estético, de intentar pensar, observar, encontrar algo, y la violencia de la vida misma, la que toda persona puede generar, la violencia que toda persona tiene en sí misma y con la que construye sus diversas guerras”.
Clausewitz y yo, además, representa el esfuerzo de La Cleta Cartonera por publicar autores y obras diversas. Asimismo, como señaló Aguilera, destaca la gestión que realizó el también escritor Gabriel Wolfson, pues “lleva muchos años trabajando y poniendo a circular a algunos escritores cubanos, algo que ocurre muy pocas veces”.
Aguilera, quien como parte de su exilio reside actualmente en Praga, es un narrador, poeta y ensayista, que se desempeñó, todavía en Cuba, como codirector de la revista Diáspora(s), uno de los espacios alternativos más importantes para el debate y la cultura en la isla.
Desde su salida de Cuba en 2002 ha vivido en Bonn, Graz, Dresden, Frankfurt y Hannover. Sus libros de narrativa y poesía son El imperio Oblómov (2014), Discurso de la madre muerta (2012), Teoría del alma china (2006), Das Kapital (1997), Retrato de A. Hooper y su esposa (1996), además de la antología Memorias de la clase muerta. Poesía cubana 1988–2001 (2002).
Clausewitz y yo es el número cinco de la colección Narrativa de La Cleta Cartonera; los otros han sido la antología Casi toda historia (2013); Silogismos de la amargura región 4, de Daniel Carpinteyro (2013); 5 metros de poemas, de Carlos Oquendo de Amat (2013); Iktumbe, de Juan Carlos Reyes Mr. Power (2014) y Su majestad pone la música, de Víctor Hugo Martínez Bravo (2015); además del número cero titulado Ve, de Gabriel Wolfson (2012), los cuales se distribuyen en librerías de la ciudad como Profética o a través del sitio electrónico issuu.com/lacletacartonera, en donde puede leerse su formato digital.
Fiel a su naturaleza cartonera, este sello editorial alternativo produce libros de forma artesanal y a bajo costo, con tapas de cartón, pintura, fotocopias, hilos y grapas, como parte de una propuesta anti–mercado que enfrenta de forma política, artística y literaria, desde la micro acción y la autogestión, no sólo tiempos de crisis, procesos políticos y la realidad social, sino también las entramadas dinámicas de editoriales actuales.
Como en todos sus libros, la Cleta Cartonera sigue haciendo una invitación: “a la generación de obras derivadas y a la reproducción total o parcial de nuestras ediciones, siempre que no sea con uso comercial y se respete la autoría”.
Para conocer más del proyecto se puede acceder a su página lacletacartonera.org, en donde reza su manifiesto: “Queremos hacer libros basura. La basura que está por todos lados, dando vueltas. Queremos hacer libros que se deshagan, como una caja de cartón bajo la lluvia. Libros sin techo, a la intemperie, errabundos. Libros baratos. Libros que, como el pan, puedan olerse por las calles. Libros que se desmanchen entre las manos de los que los hacen y los que las leen. Que se vendan sobre canastas en bicicletas”.