Tehuacán. Ángel de Jesús Carrasco López pudo estar presente en el secuestro y asesinato de Isarve Cano Vargas, de acuerdo con declaraciones de su padre, Ángel Carrasco Rivera, quien reconoció que en abril su hijo hizo un viaje a Puebla acompañado de Jairo Gutiérrez, otro de los detenidos por ese crimen, y aceptó que eso pudo haber sido el día en que la estudiante fue secuestrada.
Si bien Carrasco Rivera sostuvo que cree en la inocencia de su hijo, cuando se le cuestionó sobre las actividades que su vástago hizo el 17 de abril señaló que no tenía datos exactos, pero cuando la pregunta fue sobre si viajó a Puebla el mes pasado, narró que lo hizo acompañado de Jairo en un vehículo particular, regresando alrededor de las 7 de la noche para después ir a jugar futbol con sus amigos.
En otro momento de la entrevista, el ex delegado del Instituto Nacional de Migración (INM) en Puebla resaltó que los amigos de su hijo le han dicho que ellos recuerdan que el día en que Isarve fue secuestrada el joven acudió a jugar futbol con ellos.
Por lo anterior manifestó que si se comprueba que su hijo sí estuvo involucrado en el crimen de la estudiante de la UAP y líder de los jóvenes priistas, él acepta que pague por ello, pero resaltó que pide un juicio apegado a la legalidad, lo que actualmente no se está cumpliendo.
Según Carrasco Rivera el proceso que se lleva contra su hijo está lleno de irregularidades, de las cuales responsabiliza a la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto (DGADAI), de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), dependencia que, dijo, detuvo a su hijo de manera arbitraria y lo torturó para que se declarara culpable.
Señaló que interpuso un amparo por esos actos de la autoridad judicial, porque además no se le permitió hablar con su hijo ni conocer el número de averiguación previa que se le inició, además de asegurar que hubo un trato diferente hacia los otros dos detenidos por el caso, quienes aseguran que fueron los verdaderos autores del secuestro y crimen de Cano Vargas.
La joven estudiante fue secuestrada el pasado 17 de abril y, según trascendió, ese mismo día la privaron de la vida, pese a lo cual los plagiarios todavía exigieron 2 millones de pesos por su rescate, para finalmente pactarlo en 140 mil pesos, que al parecer pagaron los familiares.
La familia de Isarve ha mantenido silencio total sobre el caso, los amigos cercanos impiden que se les pueda entrevistar y a la fecha se desconoce si se les ha citado a comparecer dentro del proceso, que ahora ya tiene a su cargo un juez penal, pues el Ministerio Público ya lo consignó.
En los actos funerarios que se hicieron en memoria de la estudiante, amigos de la familia solicitaron a los medios de comunicación que se retiraran de los recintos en los que se llevaron a cabo, bajo el argumento de que están en un momento de duelo.
Por el crimen de la joven se han dado diversos pronunciamientos, desde los de sus compañeros de partido hasta el del obispo diocesano, el de candidatos, diputados y miembros del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública.