“El país avanza y está en la ruta correcta”.
Enrique Peña Nieto
El México de la desigualdad/corrupción/prepotencia, quedo más que evidenciado por el reciente escándalo de la transnacional española OHL y su capacidad para apropiarse de recursos públicos, para lo cual ha contado con la complicidad de las autoridades. Ambos, empresa y cómplices, siguen impunes. Pero ahí no concluyen los actos de ésta índole que continúan enlodando el panorama político del país.
Las y los familiares de los poderosos aliados de la nueva “familia revolucionaria” siguen disfrutando de la benevolencia de los celosos mandos hacendarios, ahora dejando de pagar sus respectivos impuestos; encabezan la lista de incumplidos, los siguientes capos: Zambrano (Cemex) 118 mil 692 millones de pesos; Servitje (Bimbo) 5 mil 863 millones; J. Fernández (Femsa/Coca Cola) 3 mil 958 millones; Azcárraga (Televisa) 2 mil millones 540 millones; Slim (Grupo Carso) 2 mil millones; A. Garza Sada (Grupo Alfa) mil 102 millones; A. Chedraui (Chedraui) mil 65 millones; Bringas (Soriana) 828 millones además de ser favorecido para surtir las despensas federales; Robinson Bours (Bachoco); Tricio (Lala); Germán Larrea (Minería/Grupo México) y Ancira (Altos Hornos). La suma adeuda es de 388 mil 983 millones de pesos, que de pagarse evitaría los recortes anunciados.
Y Peña Nieto, junto con Videgaray, siguen aviesamente presumiendo que el consumo y el empleo en el país han crecido, aunque no dicen que para el caso del primero éste es perversamente inducido en complicidad con las usureras instituciones bancarias, ya que siguen llenando de plásticos a las potenciales víctimas, crédito que registra un crecimiento del 10.3 por ciento, en comparación con diciembre de 2013. Al finalizar el año pasado, las tarjetas emitidas eran 28 millones y por lo que toca a la creación de empleos, soslayan que estos han sido de corto plazo y, la mayoría, sin prestaciones.
Esta son las verdades a medias que practican todos los neoliberales/kakistócratas del país; por un lado, muestran una realidad que existe a medias; por el otro, son dóciles y complacientes ante las exigencias del gran capital, nacional y extranjero. Carentes de una ética profesional, ahora están preocupados por qué no se hable mal de ellos en el extranjero, facultaron a sus aliado cercano (Televisa) para que les diseñe una nueva imagen, para revertir el deterioro que actualmente tiene.
Así es como empeñados en argumentar que en todo el territorio nacional se practican todos los días los compromisos de un Estado moderno; para ellos, no existen desapariciones/crímenes/extorsiones/leyesbala/narcobloqueos y violencia creciente que padecemos la mayoría de los habitantes de lo que otrora fue un país lejano de los vicios del gran capital y sus continuas crisis. Estamos muy lejos de ser el paraíso neoliberal que pintan las autoridades.