Adriana Castro Sánchez de Cima, abanderada a diputada federal de Movimiento Ciudadano (MC) en el municipio de Puebla, asegura, sin empacho, que tiene más “ADN panista” que los propios candidatos de Acción Nacional en Puebla, pero una razón la llevó a dejar las filas de esa fuerza política: las prácticas antidemocráticas y represivas del gobierno albiazul de Rafael Moreno Valle Rosas.
En entrevista con La Jornada de Oriente, reconoce que no le resultó sencillo tomar la bandera de otro partido, sin embargo, lo hizo al concluir que el instituto político en el que militó toda su vida y del que forma parte toda su familia dejó de ser un medio para trabajar por la justicia social en el estado.
“En estos momentos el PAN se encuentra secuestrado por un solo grupo, el grupo morenovallista, ni siquiera le llamaría PAN”, lamenta la candidata por el distrito VI de la capital, quien hace una pausa en sus actividades proselitistas para hablar de la situación del panismo poblano, su postulación y la campaña.
Hija de Cristina Sánchez de Cima, quien fue una empresaria agrícola cercana a la ex secretaria de Desarrollo Social del país Ana Teresa Aranda Orozco, Adriana Castro señala que el albiazul de Moreno Valle no solo se ha caracterizado por atacar a las juntas auxiliares y vulnerar los derechos humanos de activistas sociales y pobladores, sino también por incidir en los procesos electorales para hacer ganar a sus candidatos con el uso del erario.
La elección federal de este año no es la excepción, alerta la abanderada, quien fundamenta su sospecha en la magnitud de la promoción de los aspirantes de Acción Nacional, quienes cuentan con espectaculares, bardas, pendones, pegotes y recursos suficientes para entregar todo tipo de objetos utilitarios a los ciudadanos en un afán de conquistar su voto.
Límites que no se acatan
Para la abanderada de MC, el gasto de su adversario panista en el Distrito VI, Xabier Albizuri Morett, ya rebasó por mucho el tope de un millón 260 mil pesos que fijó el Instituto Nacional Electoral (INE).
“No ha habido condiciones de igualdad en esta campaña, el Distrito está tapizado de propaganda del candidato panista, y existen grandes diferencias con nuestra promoción porque nosotros no estamos recibiendo obviamente el dinero que él (Albizuri) recibe del gobierno del estado”, reprocha.
Adriana Castro menciona como ejemplo los cinco anuncios espectaculares en los que se publicita su adversario de Acción Nacional, cada uno de los cuales –dice– exige un gasto mensual de entre 50 y 60 mil pesos.
De acuerdo con las estimaciones de la candidata, Xabier Albizuri habrá invertido al final de la campaña alrededor de 600 mil pesos tan solo en espectaculares, lo que representa la mitad del tope de gastos.
Ante esa situación, realizó un llamado: “Lo único que pido de todas las instancias, no solamente del INE, sino de todas las instituciones involucradas en el proceso electoral es que las cosas se hagan con transparencia y en apego a la ley, que las resoluciones sean imparciales”.
Para revertir las desigualdad en la promoción, Adriana Castro precisa que realiza una campaña de tierra: visitas casa por casa donde promueve la plataforma de Movimiento Ciudadano que –asegura– es parecida a la que el PAN tuvo en su origen como partido de oposición: la defensa del ciudadano frente a los excesos de la autoridad.
“La doctrina de Acción Nacional era el respeto de los derechos humanos, cosa que se está violando en este gobierno, y por eso es la pelea que yo estoy dando y no tengo miedo; lo voy a hacer donde lo tenga que hacer”, advierte.