Aunque usted no lo crea, las serpientes venenosas también se estudian en mi curso de Microbiología y Parasitología, y las serpientes son los animales que más han contribuido al desarrollo del hombre confirmado por los mitos que su presencia conlleva; en México se conocen 579 especies y subespecies, de las que 21 por ciento son venenosas, agrupadas en dos familias: Elapididae, que comprende a coralillos, y las serpientes marinas o Viperidae, que involucra a las cascabel, nauyacas y cantiles.
En el mundo existen 3 mil especies de serpientes, de las que 582 son venenosas, muriendo por mordedura de serpiente de unos 30 a 40 mil humanos. En cuatro años en México (1994–1998) se reportaron 2 mil 690 mordeduras de serpiente, principalmente en los estados de Quintana Roo, Veracruz, Tlaxcala, Nayarit y Durango, de las cuales las víboras cascabel mordieron a 44.9 por ciento, las nauyaca a 42.8 por ciento, los coralillo a 3.6 por ciento y solo 5.1 por ciento no identificó qué serpiente le mordió. La intoxicación por mordedura de serpiente depende de varias condiciones, como saber qué tanto veneno se depositó; considerar el sitio en el que ocurre la mordedura, la edad, el peso y la talla del agredido. El médico debe tener en mente la dosis letal, que es la cantidad de veneno que mata a 50 por ciento de ratones en experimentación, considerada como DL50, y tomar en cuenta que la inyección del veneno depositado varia de 0 a 75 por ciento del que tiene almacenado la serpiente en sus glándulas, considerando que la cantidad de veneno que se inyecta en una mordedura varía de 0 a 75 por ciento.
La época de lluvias es coincidente con el mayor número de mordeduras, y la mortalidad depende fundamentalmente de que se presten los auxilios adecuados, además de que todas las unidades de atención de salud deben tener suero anti–serpiente, lo cual no ocurre.
La disposición de los colmillos en la boca es importante e incluso las clasifican considerando su ubicación: si no tienen colmillos son aglifas y por lo tanto no son venenosas; si los tienen en espacio posterior son opistoglifas, siendo poco venenosas; si los tienen adelante son proteroglifas y son venenosas. Hay las que tienen colmillos grandes retractiles que permanecen adosados al paladar y que se expresan cuando la serpiente abre la boca, se les dice solenoglifas y son altamente venenosas.
El veneno lo usan las serpientes para cazar y para defenderse, no para atacar, excepto que se vean amenazadas; los coralillos muerden mascando para que el veneno penetre, las otras serpientes encajan sus colmillos de un solo tajo, inyectando el veneno sin hacer contacto con la presa. El veneno es una mezcla de proteínas y enzimas que actúa rápidamente para matar a su presa en el menor tiempo posible, induciendo estado de shock; el veneno es proteolítico, es anticoagulante, tiene acción hemolítica y neurotóxica. El veneno de coralillos es neurotóxico y las serpientes cascabel son proteolíticas. Su tratamiento debe ser con antisuero de serpientes, no se debe movilizar a los pacientes, se lava la herida con agua, no se deben dar bebidas alcohólicas. Si la atención es buena, debe considerarse que existe un 10 por ciento de mortalidad.