Gracias al esfuerzo y compromiso de un puñado de profesionales de la disciplina abrió en Puebla un nuevo espacio teatral. Se trata del Foro teatral Fernando Soler Palavicini, nombrado en homenaje a este reconocido actor y director que fue parte esencial de la formación profesional de varias generaciones de actores en la ciudad.
El nuevo espacio se ubica en la 3 Oriente número 611, en la llamada Casa de Ovando, y su apertura es producto del entusiasmo de los actores Ricardo Azari y Ángel Cerlo, así como del director Rodolfo Pineda.
Ellos, también son responsables del montaje, la producción y dirección de la puesta en escena El coleccionista. La jaula de la obsesión que estrenó el pasado fin de semana y que tendrá funciones los jueves y viernes a las 20 horas, los sábados a las 19 horas y los domingos a las seis de la tarde.
El deseo para el Foro Fernando Soler, dijo el director Rodolfo Pineda, es que sea un “espacio caliente” que este continuamente montando obra. También, que las nuevas generaciones reconozcan el trabajo de quienes los han antecedido ya que “hay gente valiosa que ha quedado en el olvido”.
Para Ángel Cerlo, el foro representa la necesidad que hay en Puebla para que existan foros profesionales desde donde se monte y produzca teatro de calidad.
“Debo darle un crédito a Ricardo Azari, alumno mío, quien empezó a impulsar la idea ya que fue él quien lo propuso y nosotros apuntalamos porque creímos que era un buen proyecto”, señaló el actor, quien luego de formarse en Puebla ha desarrollado su carrera en la capital del país.
Esa distancia, señaló, le ha permitido observar que no hay “un marco profesional” del teatro y que las instituciones de cultura en la ciudad se han olvidado por completo en apoyar a quienes se desenvuelven en la disciplina.
“Debería haber un mayor apoyo profesional a las artes escénicas para dar un marco profesional ante público, y corresponde a las instancias culturales provocar esa escena profesional”, acotó durante una entrevista.
Consideró que al haber muchos teatreros entusiastas, egresados y profesionales de la escena, todos formados en reconocidas escuelas y academia, debería haber un mayor apoyo pero de manera focal, no sólo en la idea de “hacer cultura” sino de hacer un marco profesional que los retenga en su ciudad.
“Deberían de existir un par de foros profesionales, continuos, para dar ese marco profesional”, concluyó Cerlo.
Un thriller psicológico sobre
una mente distorsionada
El montaje El coleccionista. La jaula de la obsesión, es una obra del escritor John Fowles, y considerada como el primer thriller psicológico moderno. En él, Charly –Ricardo Azari– es un hombre joven que podría pasar desapercibido pero en realidad es un psicópata obsesivo, coleccionista de mariposas y heredero de una importante cantidad de dinero que le permite vivir sin preocupaciones.
Un día, luego de planearlo con detalle, secuestra a Fernanda – Iliana Torres–, una actriz principiante de la cual él tiene la convicción de estar plenamente enamorado. Ahí, en un sótano, sucede este duelo psicológico, físico y cultural, donde captor y prisionera intercambian roles de poder defendiendo sus propios fines.
Dicha pieza, cuenta Ángel Cerlo, fue adaptada por él en 1991 para hacer una versión libre, la cual fue presentada, reconocida y premiada en diversos escenarios nacionales e internacionales, llegando a más de 400 representaciones consecutivas.
Después de 24 años, a propuesta del propio Azari, Cerlo y Rodolfo Pineda realizaron una revisión y actualización del libreto teatral. El resultado fue una obra que habla sobre la mente distorsionada de un personaje, el cual tiene que ver con el estado social por el que atraviesa el país.
“No es un delincuente común, ya que si se mueve un poco, podría representar a la cualquiera de las personas. Ello, porque la mayoría de quienes son delincuentes tienen una historia terrible, algo que tiene que ver con la historia con el país.
“La actitud de Charly y de otros delincuentes no se justifica, pero esta obra ayuda a entender el origen de estas mentalidades crueles y distorsionadas”, expuso ángel Cerlo.
Por último, destacó la dirección de Rodolfo Pineda y la asistencia de Beatriz Herrera, quienes enfatizan esta problemática personal del protagonista. También, resaltó la creación musical y diseño sonoro de David Rodríguez, la asistencia de producción de Sandra Blanco, y el diseño escenográfico y de iluminación que estuvo a cargo de Jorge Guival.
Para más información o para apartar un lugar se puede escribir al correo de Ricardo Azari: [email protected]