Una de los temas coyunturales que ocupan las discusiones de las organizaciones sociales y políticas en el estado de Puebla, es el tema electoral. El dilema es ¿votar o no votar? Y este dilema ha sido puesto sobre la mesa por la justa lucha que están dando los padres de los 43 jóvenes normalistas secuestrados y desaparecidos por el Estado mexicano, y otras organizaciones y figuras políticas no menos autorizadas. Desde su perspectiva, con toda seguridad, es muy justa su indignación ante lo inservible que es el sistema político que se ha corrompido particular y profundamente en el estado de Guerrero. Los debemos apoyar sin duda, pues están evidenciado una realidad que nos ha agraviado a todos, pero la situación nacional tiene sus variantes.
El abstencionismo o la anulación del voto es un triunfo anunciado para la partidocracia que representa los intereses de la voraz y corrupta oligarquía nacional. El PRI-Verde, el PAN, el PANAL y también una fracción cada vez más evidente del PRD, se beneficiaría sin duda de dicha situación. Pero entonces ¿cuál es la alternativa? Sin duda, seguir construyendo caminos para derrotar en todos los ámbito territoriales primero, a esta partidocracia y oligarquía nefasta, y segundo, haciéndose de los mecanismos de toma de decisiones y las instituciones que deberían servir a los intereses del pueblo. La ideología no puede ser otra que la que desenmascare y critique clara y profundamente al sistema que nos ha llevado a esta catástrofe social y económica que estamos viviendo. Y esta es la que descansa en principios marxistas y socialistas, pero reconociendo que hay ahora mucho más tipos de lucha a incorporar, no solo la del proletariado.
Sin embargo no debemos olvidar que tan solo en materia de Democracia participativa hubo un grave retroceso desde la década de los 90´s a cargo del grupo ligado hasta el momento al Salinismo neoliberal. Tenemos que recuperar esos espacios perdidos, y seguir adelante. Pero en el caso de Puebla, esa participación en el proceso electoral dependerán por un lado, que las candidaturas por MORENA sean ocupadas por personas con autoridad y solvencia moral, pero también que entiendan desde una perspectiva ideológica clara, insisto, basada en principios marxistas, que el camino a seguir primero pasa por el momento recuperar los espacios que nos han arrebatado los neoliberales. Y más urgente aún, que entiendan que lo inmediato es respaldar la lucha por oponerse al régimen de terror y persecución que se ha dado dentro del estado, incorporando a sus propuestas y líneas de acción la vinculación, apoyo y construcción de programas de trabajo con las organizaciones que están luchando por liberar a sus presos y perseguidos políticos.
En caso contrario, solo queda la alternativa coyuntural de la anulación del voto, y seguir los otros procesos de lucha.