Se llaman “amibas de vida libre” a protozoarios unicelulares ameboides que no son parásitos del intestino, pero que les es posible parasitar a los animales o al hombre cuando se les da acceso a nuestros cuerpos, permitiendo que lo hagan, viven en las colecciones de agua que las albergan como ríos, represas, tanques, aunque tienen preferencia por las colecciones de aguas termales, porque la temperatura da posibilidad a albergarlas, a las que se ha llamado desde siempre “amibas del suelo”, que han sido útiles como modelos biológicos celulares de investigación, pero fue en 1958 cuando Culberston se percató de que tenía potencial de hacer daño, la especie llamada Acanthamoeba, y en 1965 Fowler y Carter encontraron en Australia lo que fue el primer caso de “meningoencefalitis amibiana primaria”, causada por amibas de vida libre de nombre Naegleria fowleri; a continuación se hizo un estudio retrospectivo de 16 casos de sujetos que habían muerto de meningoencefalitis en una alberca calentada de manera artificial en Checoslovaquia, donde se encontró como causa de la muestre amibas de vida libre.
Para 1972 ya era evidente que Acanthamoeba y varios subtipos de ella como castellani, culbertsoni, healy, polyfaga, hhysodes pueden causar encefalitis granulomatosa en paciente con falta de inmunidad o defensa natural del organismo, también causando inflamación de la córnea o queratitis. La meningitis cerebroespinal tiene una mortalidad muy alta, y de entre las diferentes amibas de vida libre, las causadas por Acanthamoeba y Balamuthia tienen mortalidad mayor de 95 por ciento. Las amibas de vida libre se presentan en dos formas: una es la forma activa o Trofozoito, que es la parásita propiamente dicha, y la otra es un quiste que ofrece resistencia al medio ambiente y en determinadas condiciones los trofozoitos adquieren flagelos para obtener movilidad y buscar elementos nutricios.
La Meningoencefalitis amibiana primaria la causa principalmente Naegleria fowleri en sujetos que tienen el antecedente de haber nadado en colecciones libres de agua dulce de temperatura alta tanto natural como artificial que esté contaminada con las amibas de vida libre; lo inquietante es que Naegleria es un hallazgo común en cuerpos de agua dulce calentada de tres manera artificial o por los rayos del sol, posibilidad que es accesible a millones de personas, a pesar de que la Meningoencefalitis es enfermedad rara; la infección inicia entre uno y siete días después del contacto con las amibas de agua dulce, aunque el tiempo de incubación parasitaria se promedia en 24 o 48 horas.
El curso de la enfermedad es rápido o fulminante; da inicio con un dolor de cabeza en la frente o a nivel de los oídos, fiebre alta, nauseas con vómitos, cambios aberrantes en la conducta con irritabilidad, confusión, confusiones, parálisis de los pares craneales, edema cerebral, coma y muerte por hipertensión intracraneana, hernia cerebral y finalmente paro cardiaco y respiratorio.
El estudio de autopsia reporta irritación de meninges y encéfalo difusos, con pus en meninges que llega hasta la médula espinal, hinchazón en la corteza cerebral con necrosis del bulbo olfatorios trofozoitos del parásito alrededor de los vasos sanguíneos, el espacio aracnoideo. Como puede apreciarse por lo anterior que la Meningoencefalitis amibiana primaria es un cuadro clínico severo.