La situación económica del país sigue en picada y los afectados ya no son solo los asalariados, ahora también se están quejando de las pésimas condiciones económicas las grandes empresas nacionales y extranjeras de autoservicio, mismas que reportaron disminuciones en las ganancias. En efecto, la Asociación de Tiendas de Autoservicios y Departamentales, que agrupa a negocios como WalMart, Chedraui, Soriana y Comercial Mexicana, en voz de su presidente Vicente Yáñez, comentó que esperaban las ventas este año aumentaran 1.7 por ciento, pero que hasta el mes de octubre, sólo habían crecido 0.6% (equivalente a 929 mil millones de pesos), esto es igual a las ventas del año de 2009. (La Jornada, 19–XI–2014).
Estos negocios manifiestan sus pesares ante las bajas en sus ventas, pero no señalan que esto ocurre por efecto de los bajos salarios que reciben grandes sectores de mexicanos, ya que según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, al tercer trimestre del 2014, sólo un 6.7 por ciento, es decir 3 millones 335 mil personas de los casi 50 millones de personas ocupadas en el país, reciben ingresos superiores a los 10 mil pesos; cuando en 2006 ese porcentaje era de 12 por ciento (El Financiero, 20–XI–2014).
Una dramática agudización de los problemas sociales, influyen en los derroteros económicos, mismos que parecen no importarle a la burocracia dorada, porqué pese a las distintas manifestaciones realizadas, a todo lo ancho y largo del país, la cerrazón oficial por cambiar de actitud ante el tamaño de los problemas, continúa sin dar señales de cambio:
Y a las voces que hemos estado señalando que el crecimiento anunciado por los voceros económicos de la actual administración (Videgaray/Carstens), a principios de este año, de un 3.9 a 4.0 por ciento, era sólo una llamarada de petate; se unen ahora instituciones bancarias, porqué los signos mostrados en diversas áreas productivas del país, no son alentadores, por lo tanto, tuvieron que bajar sus pronósticos sobre el crecimiento del PIB. Así, el grupo financiero BBVA Bancomer redujo su expectativa de crecimiento de 2.5 a 2.1 por ciento; Banorte–IXE de 2.7 a 2.3 por ciento; Banamex la fijó en 2.4 por cientocon riesgo a la baja y Santander de 2.5 a 2.1 por ciento. ¡Y apenas van 24 meses y nos faltan 48!