A Enrique Semo y Néstor García Canclini, hoy premiados; siempre reconocidos
Pasan las horas, los días, las semanas y nadie encuentra a los 43. Un colega de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales me envía una foto, que debe estar circulando por internet, con los muchachos en el suelo, la mayoría desnudos, cercados por la policía en una especie de gimnasio, lo que muestra que muchos saben lo que pasó con ellos. Esa imagen le da más sustento a lo afirmado por Alejandro Solalinde: a una buena cantidad los quemaron vivos. Que hay un escándalo fuera de serie, lo demuestra bien la nota principal de El Universal (20 de octubre) “HRW: vive México peor crisis de DH desde 1968”. También The New York Times en Estados Unidos y The Economist en Inglaterra se asombran por la falta de resultados acerca de esta ignominia, que es tan grave o peor que en aquel aciago 68, aunque ahora es parte de un gobierno que presumía de reformista, atento a la población y con amplios recursos tecnológicos. La verdad, desgraciadamente, se abrió paso más rápido de lo que los más acérrimos críticos de Peña Nieto esperaban, y es la incapacidad, la falta de apoyo a la población, la inseguridad que vivimos, la prepotencia de las llamadas fuerzas del orden, la corrupción, el valemadrismo de unos gobernantes que no escuchan ni quieren hacer nada contra los que infringen la ley, incluidos muchos de los que están en el funcionariato. Luego de 25 días sin localizar a los 43, no obstante las cantidades millonarias que ofrecen gobiernos local y federal, sólo hay dos cuestiones sobresalientes: o la incapacidad es tal en los burócratas que son de los peores del mundo o la colusión de intereses hace que la impunidad tenga carta blanca en un país que se dice república democrática. En cualquiera de los dos casos ¿puede los Estados Unidos hacer alianza con estos protectores de sicarios? Y claro, en esa fechoría mayúscula, también salen raspados todos los partidos políticos: el PRI porque controla la mayoría del país, empezando por el gobierno central; el PRD debido a que no ha querido tocar ni con el pétalo de una crítica al supuesto mandatario de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, y ni siquiera a los que en Iguala edificaron un sistema más terrible que la más abominable película de terror; Morena por no haber denunciado a quien protegió a José Luis Abarca, Lázaro Mazón; el PAN ya que no tiene cara para hacer bien las cosas, pues entre ellos se asesinan, como en el caso de Braulio Zaragoza. Estado fallido en toda la línea, sin posibilidades que haya recomposición. Se necesita urgentemente otra república que nazca de los jóvenes, quienes siguen adelante sin miedo, tanto que el miércoles 22 y el jueves 23 de este mes conjugarán esfuerzos para apoyar a sus compañeros del IPN y continuar exigiendo la presentación de los normalistas de Ayotzinapa.
En todos lados hace aire
No se crea que las múltiples fosas abiertas sin que exista la menor explicación de quiénes estaban en ellas, es lo único preocupante. En el país cunden los asesinatos y las represiones. En Tamaulipas ejecutaron a María del Rosario Fuentes Rubio, un activista de internet que estaba en coordinación con ValorporTamaulipas; con ella son 13 los comunicadores ultimados desde 2000, sin que haya un solo castigo. En Veracruz, donde Javier Duarte presume que únicamente se roban dulces, han sido 15 los homicidios en ese mismo periodo, y hay muchos exiliados. En la República van 80 caídos desde que tomó posesión Vicente Fox a hoy (datos de Artículo 19); 47 de ellos cayeron a manos del narco y las “fuerzas del orden” en el gobierno de Felipe Calderón, por eso resulta tragicómico que Margarita Zavala diga: “Calderón y yo podemos caminar tranquilos” en México (El Universal, 20 de octubre); ya lo veremos, señora. Por otro lado, Rafael Moreno Valle insiste en reprimir a los pobladores de Chalchihuapan y Chalco. En Sinaloa, balean y matan al líder comunero, Atilano Román, en una cabina radiofónica. Mientras Eruviel Ávila, en el estado de México, ni siquiera aparece para enfrentar los feminicidios y otros crímenes de la entidad que dice gobernar. La lista puede seguir, pero no vale la pena hacerla más amplia si la justicia es ciega y sorda.
Felices
Mientras eso ocurre, Gastón Azcárraga (Aeroméxico), Amado Yáñez (Oceanografía), Germán Larrea (Minera México), las trasnacionales canadienses que explotan las minas y otros más están muy tranquilos y felices. Incluso celebraron la noticia de que el 10 por ciento de la población concentra el 64 por ciento del ingreso (CNN, 17 de octubre). Para que preocuparse si con las enormes cantidades que manejan pueden tener guaruras por doquier y seguridad privada a montones. Que el asunto se complica, lo muestra la opinión de diputados angustiados porque temen la inseguridad, principalmente los de Guerrero, Michoacán y Tamaulipas (24 horas, 20 de octubre). Cínicos, ya que lejos de resolver los problemas nacionales lo único que les ocupa es llenarse los bolsillos y dejar con lo mínimo a la población.
Dos
Humberto Musacchio nos recuerda (Excélsior, La República de las Letras,20 de octubre) que hace cincuenta años, el famoso Díaz Ordaz y sus compinches (Luis Cataño Morlett y Domingo Lavín, entre otros), censuraron el libro: Los hijos de Sánchez de Óscar Lewis (en realidad Yehezkiel Lefkonitz), editado por el FCE, ya que presentaba al México real, de la vecindades; afortunadamente este agravio a todos abrió el paso a la editorial Siglo XXI encabezado por Arnaldo Orfila Reynal; una muestra de que ante la adversidad, en ocasiones, llegan excelentes frutos. Un video en internet de sordomudos apoyando a los de Ayotzinapa (Animal Político), es otra muestra contundente que el río de la molestia crece y nadie sabe cómo detenerlo o encauzarlo para que no traiga mayores estallidos. ¡Mucho cuidado!
@jamelendez44