Máscaras del sinsentido es el nombre de la más reciente producción de Teatro Aira. En ella, el director y dramaturgo Rodolfo Pineda recrea, a través de la presencia de dos personajes vitales del pensamiento occidental del siglo XX, Viktor Frankl y Hannah Arendt, un suceso particular: el Holocausto judío.
Dichos personajes permiten ver al hecho desde dos visiones, la interior y la exterior. Ello, porque Viktor Frankl (1905–1997) fue un neurólogo y psiquiatra austriaco que sobrevivió a varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau; mientras que Hannah Arendt (1906–1975), fue una filósofa alemana de ascendencia judía que con la llegada Hitler al poder se exilió en París y luego en Nueva York.
El proceso de Máscaras del sinsentido fue de un año y comenzó con la lectura que Pineda hizo de La trilogía de Auschwitz de Primo Levy, una crónica sobre los prisioneros, los campos de concentración, el olvido y la muerte. “De ahí surgieron varios personajes que correspondían a la tesis del autor, que es desoladora”, comentó el dramaturgo durante una entrevista.
Acompañado por la productora del montaje Beatriz Herrera, quien también actúa para encarnar a Hannah Arendt, Pineda señaló que el proceso continuó con la revisión de la obra de Viktor Frankl, en particular de su obra El hombre en busca de sentido, la cual escribió tras sobrevivir al Holocausto.
Así, de Frankl el autor toma esa visión de adentro, de un hombre que decidió quedarse y ser sometido en los campos de concentración para cuidar a sus padres pese a estar recién casado y haber tenido la posibilidad de abandonar su país, con la decisión de soportar la separación de su mujer y su madre, el caos y la muerte.
“Pese a que había un sinsentido del mundo, Frankl decidió sobrevivir, optar por la vida y no por el nihilismo y el absurdo que eran partes de la época”, notó Rodolfo Pineda.
Añadió que la visión complementaria, la externa, se logró a través de Hannah Arendt, quien fue tomada como “la alemana que se asumió como judía, estableciendo una crítica sobre aquella guerra”.
Así, mencionó el director, los dos pensadores construyen la propuesta de la obra, que es crítica, que “va para mirar nuestros tiempos, nuestro papel como creadores que se enfoca en el ser humano para que no deje ser humano”.
“En el teatro –afirma Pineda– un ser vivo representa para otro ser humano, lo muestra y lo significa, y va contra la deshumanización que hay en el arte y el hombre en general. La estética del teatro político como el que propone Aira es que el zoon teatrikon también es zoon politikon”, afirmó.
El personificar a Hannah Arendt fue un reto actoral para Beatriz Herrera, quien considera que con su trabajo realiza un homenaje a la filósofa. “Fue una mujer de mucha inteligencia, de agudeza, de postura firme y crítica, una guerrillera desde la trinchera de lo racional”, opinó también en entrevista.
La actriz añadió que en la obra también encarna a “El fantasma del Holocausto”, una metáfora del “horror, de la pérdida, de la desesperanza absoluta a la que se enfrenta Viktor, quien se decidió por la vida como lo demostró en la Logoterapia”.
Hitler y las imágenes del horror
En la obra Máscaras del sinsentido, dijo el director Rodolfo Pineda, fue imposible dejar fuera a Adolf Hitler (1889–1945) y su imposición como el “gran dictador” que fue y que en la obra permite una reflexión vital: “la forma en que cualquier nación permite que cierto personaje llegue al poder sin parar sus ambiciones”.
Otra parte importante de la obra, agregó Pineda, es la serie de videos –hechos por Adrián de Ita– que refieren a los judíos muertos en los campos de concentración, convirtiéndose en una herramienta importante de reflexión para el espectador.
Asimismo, destaca la música original de Horacio Fernández, la coreografía de Rodolfo García y las actuaciones de Antonio Elízaga, Eglón Mendoza, Jorge Arturo Chávez, Nacho Armenta, Raúl Mendoza y Silvia Ballesteros.
Luego de su estreno en el Teatro de la ciudad, Máscaras del sinsentido tendrá dos funciones próximas en Tetiem –3 Norte número 4248 de la colonia Morelos– para los días 10 y 17 de octubre con cuota de recuperación de 120 pesos. Para apartar lugar se puede escribir al correo [email protected]