Convocados por la asociación civil Grupo Civitas de Teziutlán, decenas de campesinos se congregaron ayer en el auditorio de la junta auxiliar de ese municipio, ubicado en la Sierra Nororiental de Puebla, para denunciar que siete comunidades de la región son susceptibles de ser afectadas por actividades mineras.
Los organizadores invitaron a miembros del Cosejo Tiyat Tlali y de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) para que explicaran los efectos nocivos de los llamados megaproyectos –minas y termoeléctricas, principalmente–, luego de que se ha conocido que el año pasado hubo una decena de concesiones aprobadas por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales para 7 mil 300 hectáreas en la zona.
Se dijo que la principal ostentadora de concesiones es la Minera Autlán, a través de Minas Teziutlán, que puede explotar los siguientes yacimientos: Capulines, Capulines 1, Teziutlán 1, Teziutlán 6, Teziutlán 2000, Teziutlán 2001, Atexcaco 1, El Rincón, El Rincón y Aire Libre.
En esa lógica, los municipios por la extracción minera afectaría a las siguientes comunidades, según dijo el Grupo Civitas de Teziutlán: San Miguel Capulines, en Teziutlán; Atexcaco El Rincón, Aire Libre, San Juan Acateno, Atoluca, San Diego Hueyapan, San Sebastián y Mexcalcuautla.
Indicaron que desde 1973 la empresa Minera Autlán es propietaria de una planta de ferroaleaciones.
“Minera Autlán está dentro de Teziutlán desde hace mucho tiempo y se asocia con otras mineras, como es el caso de santa Martha, que es canadiense; todas estas empresas tejen sus mañas dese arriba, por lo cual nosotros debemos tejer desde abajo”, aseveró Rafael Sevilla Zapata, del Conseyo Tiyat Tlali
“No somos improvisados, como Consejo empezamos a alertar a las comunidades, a que conocieran sus derechos entre ellos el más importante el de estar informados, además del derecho a la consulta, que se les pregunte si quieren la mina”, indicó.
“Lo que más me sorprende es que las autoridades lo sigan permitiendo y sigan entregando, la contaminación en cada municipio es proporcional e incuantificable”, aseveró.
Luis Chaparro Arredondo de la ANEC, expresó, por su parte: “Qué casualidad que en Puebla se viene primero el decreto de privatización del agua, después el de extinción de tierra y después y como broche de oro la llamada ley bala”.
“Necesitamos volver a hacer comunidades, son pueblos pero no hay comunidad, viven juntos y son vecinos pero no se aprecian, si somos individualistas, la chingada nos va a llevar”, indicó.
Y añadió: “Tenemos que aprender e informarnos, para hacer política y exigir los derechos y hacer mesas de diálogo. (…) deben de conocer los derechos que tiene la gente ya que si no los conoce alguien más los va a utilizar, y los va a pisotear”, recalcó.
Y remató: “No hay otra región en el país como está, las faldas de la Sierra Madre Oriental, dejaron características inigualables en todo el país, como lo es el índice de rocío permanente, además de mantener uno de los pocos bancos de niebla que quedan en México”.
En 2013, cuando el municipio de Tlatlauquitepec celebró un año de haber recibido la denominación de “Pueblo Mágico” por parte de la Secretaría de Turismo federal, el festejo llegó acompañado de la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a la minera Autlán para la exploración de yacimientos de oro.
Aunque la minera Autlán recibió en febrero del año pasado un rechazo por parte de la Semarnat para realizar la actividad de exploración, fue a través de la empresa Grupo Ferrominero, de la cual Autlán es filial, como inició en junio un nuevo trámite que finalmente fue autorizado el pasado 28 de noviembre de 2013.
El expediente está marcado con la clave 21PU2013MD021 y tiene vigencia de un año, donde Grupo Ferrominero podrá realizar el proyecto “El Aretón”, que consiste en exploración minera con barreno a diamante en el municipio de Tlatlauquitepec.