Para: Felipe Gaspar Jr.
Por un futuro promisorio
El pasado miércoles 12 de los corrientes fui recibido en mi Alma Mater, siendo el escenario el auditorio María Morelos y Pavón, de la escuela de Derecho y Ciencias Sociales de la UAP. Los anfitriones de lujo. Mi amigo, el talentoso jurista Juan Carlos Moreno (director de la escuela); mi querido amigo y compadre Roberto Santacruz Fernández, el talentoso y excelente maestro Roberto Quintana Roo y muchos abogados, maestros de esa casa de estudios, se mantuvieron conmigo hasta el final de la charla por más de tres horas, gracias al interés de los maestros y alumnos que no dejaban de preguntar y compartir sus puntos de vista en relación a temas que hoy ocupan mis quehaceres como litigante, veamos. El tema central lo era “la libertad de expresión contra el derecho al honor”, tema que traté y explique sin mayor problema, auxiliándome de algunas gráficas, por lo espeso y farragoso del caso, resuelto por mayoría de votos en amparo en revisión 2806/12 de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que tanta polémica ha causado, por considerar que el fallo da prioridad a los derechos fundamentales del hombre, plasmados en el artículo 1ro de la carta de Querétaro, por lo que hace a la no discriminación del ser humano por sus preferencias sexuales, genero, etnia, raza, religión, etcétera y por otra parte el derecho a la libertad de expresión que preconiza el diverso 6to del máximo ordenamiento legal en el país. Como ustedes saben, el fallo dio la vuelta al mundo, lamentablemente los difusores de la nota, periodistas, en su mayoría legos del derecho, consideraban que las palabras “maricón” y “puñal” estaban proscritas en nuestro léxico cotidiano y eran sujetas de sanción. Inexacto. Los considerandos del fallo de Mayoría se refieren al contexto utilizado para ofender por parte del demandado incluyendo dos palabras más que coloquiales, nunca proscritas en el fallo, para descalificar a Armando Prida Huerta, director y fundador del periódico Síntesis, habiendo sido usadas de manera “impertinente”, es decir de manera innecesaria y con la clara intención de discriminar y degradar a un sector no heterosexual, en un acto deleznable, al llamarlos “reporteros”, “escritores” “columnistas” empleados o asalariados de Prida todos ellos “maricones” y otro, si con nombre y apellido “puñal”.
Esta resolución, me ha dado la oportunidad de ser invitado a un sinnúmero de foros universitarios y de colegios y barras de abogados entre la que destaco la Barra Mexicana de Abogados A.C, donde anidan las vacas sagradas del litigio nacional y con quienes tuve un encuentro más que satisfactorio, que ha propiciado que en la actualidad co litigue con ellos algunos asuntos en materia civil, familiar, mercantil, penal y principalmente en amparo.
Las preguntas y los temas fueron in creciendo en cuanto a su dificultad: El principio de real malicia o malicia efectiva, el sistema de protección dual, el bloque de constitucionalidad con sede interna y regional, su vinculación a nuestro sistema legal mexicano, el principio pro persona, interpretación conforme, el asidero constitucional, la exhaustividad de las resoluciones, la jurisprudencia de la corte y su aplicación obligatoria, el principio de equidad, justo y debido proceso, legalidad y audiencia, control difuso de la constitucionalidad y control concentrado de la convencionalidad, por citar algunos. Hablamos y compartimos experiencias agradables y lo más satisfactorio fue el percatarme del gran nivel que existe en mi universidad y que sigue siendo una cantera donde se forjan verdaderos abogados con un talento especial, ¡Enhorabuena! Señor rector, maestros y directores.
Por supuesto, no podía faltar el tema relacionado con el amparo 70/2014 radicado en el Juzgado Décimo Cuarto de Distrito en materia administrativa del Primer Circuito, relativo al Amparo hecho valer por el senador Manuel Bartlett Díaz y otros en contra del procedimiento de creación de los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución General de la República por violaciones flagrantes en su gestación por parte del Constituyente Permanente y que contraviene el artículo 135 de la Carta Máxima, asunto que tengo el honor de litigar, desde el punto de vista procesal y autorizado por los quejosos en términos y con las facultades del 12 de la Ley de Amparo en Vigor, digo procesal, porque de político tiene todo. Esperemos que este esfuerzo nacionalista rinda sus frutos y evitemos la entrega de parte de nuestra soberanía a los intereses extranjeros que ya se frotan las manos para, venir a expoliar nuestras áreas estratégicas, con la complacencia de quienes gobiernan este país y sus corifeos del PAN y del PRD en “Pacto por México”.
Otro tema que compartí fue, el relacionado con la demanda de Javier Lozano Alarcón quien cree que va a ganar su demanda por daño moral entablada en contra del estadista Manuel Bartlett Díaz, frente a los alumnos de la UAP me volví a comprometer a dejar de litigar en Puebla si el asunto se pierde y él lo gana, y por su parte a que pida licencia en el senado si la diosa fortuna no lo asiste, lo que de cierto sucederá.
Para finalizar, quiero decirles que la experiencia con los alumnos y maestros de la máxima casa de estudios fue una de las más satisfactorias y emocionantes de mi vida. La razón. Carlos, mi hijo me sorprendió con su presencia y me aplaudió como nadie lo hizo, sus ojos me dijeron cuan orgulloso se sentía de ver a su padre disertando ante un auditorio pletórico de entusiastas jóvenes que me dispensaron con su atención, para rematar con una fotografía en la que me asistió para recibir una constancia y una dotación de interesantes libros que Juan Carlos Moreno me regaló frente a nuestro público. Aquella fotografía fue difundida por mi motor de vida en facebook con la siguiente leyenda “estoy muy orgulloso de mi Papá”. ¿Qué más le puedo pedir a la vida?