Vecinos del municipio de Amozoc bloquearon ayer durante más de tres horas la carretera federal Puebla–Tehuacán como una medida de protesta hacia el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap) debido a que ese organismo ha explotado los mantos acuíferos de la zona, provocando el desabasto de centenas de hogares.
A la protesta se unieron habitantes de los municipios de Acajete y Tepatlaxco de Hidalgo, quienes permanecen en la zozobra ante la versión de que ahora el organismo estatal pretende extraer líquido de sus territorios para compensar a Amozoc.
El acuífero de Tecamachalco es el más explotado de Puebla y el tercero más explotado del país debido a la proliferación indiscriminada de pozos.
El manto abastece a unos 40 municipios, y hasta el momento las autoridades no han podido ofrecer una solución para evitar su agotamiento que, según los cálculos más optimistas, podía ocurrir en 2024, aunque existen pronósticos de que se secará por completo dentro de dos años.
Es urgente que cuanto antes se establezcan planes, programas y medidas para la recarga de esta importante fuente, promoviendo regulaciones y la utilización racional del agua.
Resulta lamentable que a estas alturas, cuando el discurso oficial se centra en “el cambio climático” y el cuidado al medio ambiente como ofertas políticas, esas palabras no se vean reflejadas en la realidad y se continúe actuando con los criterios atávicos de depredación, desperdicio y explotación irracional de siempre sobre los recursos naturales y el territorio.
Es necesario que las autoridades de los tres niveles de gobierno atiendan el llamado de los habitantes de Acajete, Tepatlaco y Amozoc, pues el panorama que se vaticina es verdaderamente funesto y no se vislumbran alternativas de solución real alentadas desde el sector oficial para garantizar el abasto de agua de la población y un consumo racional.
