El violento desalojo de más de 500 campesinos de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) y el encarcelamiento de 31 de ellos, es una “incongruencia” del secretario de Seguridad Pública del estado, Ardelio Vargas Fosado, ya que este funcionario en realidad es un “cacique” de la Sierra Norte de Puebla.
Así lo señaló Magdaleno Ríos Pérez, líder de esta agrupación campesina quien agregó que este día saldrían libres sus compañeros recluidos en el Centro de Readaptación Social de Chignahuapan, a más de dos meses de haber sido golpeados y expulsados del predio de 400 hectáreas “Ciénega Grande” por agentes de la Policía Estatal.
Ríos Pérez señaló que hoy se pagará una multa de 300 mil pesos e inmediatamente los 31 campesinos recuperarán la libertad, pero subrayó que la multa es por los daños causados a unas patrullas y un camión de la policía, no por la supuesta invasión de un terreno particular, como lo aseguró Vargas Fosado en un comunicado de prensa donde justificó la violenta acción del pasado 23 de agosto.
En entrevista, el líder de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas señaló que el conflicto de esta organización con Ardelio Vargas Fosado y su familia no es nuevo: afirmó que hace 30 años, entre 1982 y 1984, Vargas Fosado utilizó a un grupo de “guardias blancas” para atacar a un grupo de campesinos de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas que intentaban formar un nuevo ejido, con el saldo de 21 hombres muertos.
Así, se convirtió en “cacique” y se apropió de más de 35 mil hectáreas en los municipios de Francisco Z. Mena y Pantepec. Incluso, dijo, es un rico ganadero y se ostenta como líder de la Unión Ganadera de la Sierra Norte, con sede en Xicotepec de Juárez.
“Desde entonces la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas lo trae a rabia (sic)”, señaló Ríos Pérez quien agregó que cuenta con las pruebas suficientes para demostrarle a Ardelio Vargas Fosado sus dichos.
Ahora, Vargas Fosado volvió a usar las mismas estrategias pero con la Policía Estatal en un predio que no se había demostrado que hubo invasión. “Llegamos ahí para cuidaer la tierra y evitar que se siguiera talando el bosque, pero con el poder y autoritarismo que lo caracteriza, mandó a la policía y mandó a encarcelar”, señaló.
Ríos Pérez confió en la pronta liberación de sus compañeros, pero también sostuvo que con esto el problema de fondo no quedará resuelto.
Afirmó que la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas continuará en la lucha por la devolución de ese predio a sus legítimos dueños, tal como lo establecen los documentos agrarios de 1934, de 1975 y 1981, y de los cuales tienen copia los ejidatarios “y los harán válidos en los tribunales y las instancias legales que así le correspondan”, indicó el dirigente.
