Recién fue su premier y ya está por estrenarse Encontrarás dragones (There be dragons), de Roland Joffe, el cineasta a quien debemos films histórico–políticos del tamaño de Los gritos del silencio (The killing fields; 1984) y de La misión (1986). Esta vez la revisión va sobre la figura y los tiempos del fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer (encarnado por Charlie Cox), a partir de la investigación que –ya hacia los 80– emprende Roberto (Dougray Scott), un periodista y escritor, en torno a la candidatura de Escrivá a la canonización. Esa investigación además habrá de revelar los obscuros vínculos del religioso con el propio padre (Wes Bentley) de Roberto. Una de las taglines de la película la publicita como Un retrato épico de fe, perdón y redención; la otra –menos romántica, más intrigante– como Hasta los Santos tienen un pasado. Ha de ser así, puesto que recientemente no le fue del todo bien al Opus Dei como institución ni en El código da Vinci –que en aras del argumento lo caricaturizó injustamente– ni en Camino, en el que se ofrece “otro punto de vista” en torno a la Congregación. Encontrarás dragones es una coproducción de Estados Unidos, España y Argentina, filmada en los dos últimos países. El director Joffe y los protagonistas Cox y Scott son nacidos en el Reino Unido, mientras que Bentley es estadounidense. Completan su primer cuadro Olga Kurylenko, ukraniana, y Unax Ugalde, del País Vasco. Sobra decir que el contexto de la guerra civil española está muy presente, de tanto como en ella estuvo inmerso Josemaría Escrivá. Tendré un juicio integral sobre ella en cuanto la haya podido ver dos veces.
Pero en la cartelera fílmica no sólo encontrarás dragones, sino que también tendrás que preguntarte (por segunda vez) ¿qué pasó ayer? Y es que llegó la parte 2 de la cinta que justo así se llama, de nuevo dirigida por Todd Phillips. ¿Qué pasó ayer? Parte II sucede ahora en Tailandia, hasta donde la “manada” –Phil, Alan, Doug y Stu– ha viajado para la boda del último, no sin transitar antes por la rigurosa despedida de soltero. De nuevo las cosas se salen de control... y feo. El film viene de tener un fin de semana inaugural de ensueño: del jueves 26 al domingo 29 de mayo recaudó 86.5 millones de dólares, más del doble que Piratas del Caribe: navegando aguas misteriosas, la 4a entrega de la franquicia. En ¿Qué pasó ayer? Parte II, los intérpretes de los desmemoriados chicos vuelven a ser Bradley Cooper, Zach Galifianakis, Justin Bartha y Ed Helms, acompañados esta vez por la devoradora ciudad de Bangkok; por un pequeño chango que pushea droga; por un anciano monje con voto de silencio; por Mr. Chow el pervertido; por Kimmy el transexual; por Teddy, el genio adolescente que termina sin un dedo a cambio de la juerga de su vida (pasada, presente y futura), y hasta por Mike Tyson himself, en modo cantarín totalmente desafinado (Bangkok has them now!, como bien se menciona en la película). ¿Te divierte lo que ves en pantalla? Sin duda, a menos que por tus venas corra helado de toronja. Pero hay que decir que tal vez lo mejor de la cinta está en la secuencia final de créditos: las fotos (guardadas en el celular de Teddy) de todo aquello sucedido en esas 12 horas que nadie recuerda... y que de ninguna forma deben llegar al álbum familiar.
Todd Phillips lo volvió a hacer. Ha encontrado una veta en las comedias de antihéroes (perdedores, inadaptados, nerds) y de destrampe, como Viaje censurado (Road trip; 00), Aquellos viejos tiempos (Old school; 03), Escuela para idiotas (School for scoundrels; 06), Todo un parto (Due date; 10) y por supuesto ambas ¿Qué pasó ayer? (09 y 11). Starsky y Hutch (04) es su único film ajeno a esas premisas, aunque no abandona el tono comédico. Apuesto a que habrá una tercera ¿Qué pasó ayer? aun y cuando Stu ya pudo casarse. (Claro, luciendo un freaky tatuaje tailandés en el rostro).
