Los múltiples conflictos que se registraron en los plebiscitos de juntas auxiliares, de los municipios más importantes del estado, puso de manifiesto que una parte débil del gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas es la carencia de operadores políticos eficientes y bien informados. De hecho, esta elección fue la prueba de que los subsecretarios de Gobierno, Víctor Manuel Barceló Rodríguez y Mario Rincón González, no tienen la capacidad de resolver conflictos, de planear procesos políticos y, lo más importante, que no conocen la realidad sociopolítica de la entidad.
Para el caso del municipio de Puebla hay una situación similar con Pablo Montiel Solana, quien es el secretario de Gobernación y quedó exhibido como un operador político sin pericia y sin saber enfrentar escenarios de crisis.
Desde el punto de vista cuantitativo no parece grave que en por lo menos 83 de las más de 650 juntas auxiliares del estado se hayan suspendido los plebiscitos por la sospecha de que habría un fraude electoral, ya que los problemas se reducen a poco más de 10 por ciento de dichos poblados. Pero desde el punto de vista cualitativo sí lo es por dos razones:
1. Porque los conflictos han ocurrido en los municipios más importantes del estado, que es donde se concentra el grueso del electorado y fue donde en el pasado proceso electoral constitucional hubo una votación copiosa para las entonces fuerzas opositoras al PRI.
2. Nunca antes en la historia reciente del estado se le había salido de control los plebiscitos a las autoridades estatales. Cada tres años había a lo mucho una docena de comunidades con problemas, pero nunca que ésto se presentara en los municipios más importantes de la entidad y que se llegara a más de siete decenas de poblados con quema de urnas, sospechas de fraude y compra de votos.
Se sabe que desde principios de año se le encargó a Mario Rincón la encomienda de sacar adelante el proceso de elección de juntas auxiliares, pero sobre todo, ganar las votaciones en la mayoría de estas 656 comunidades a favor de grupos del gobierno. Ese proyecto obedecía a que se tenía la siguiente previsión:
Si el próximo año, como parte de la coyuntura de la sucesión presidencial, Rafael Moreno Valle Rosas se ve en la necesidad de alejarse o romper con el PAN, ganar los plebiscitos de las juntas auxiliares le garantizaría tener operadores electorales en aquellos municipios que son gobernados por ediles panistas.
Pero ahora los resultados obtenidos no parecen nada favorables para encomendada a Mario Rincón y para Víctor Manuel Barceló, quienes el subsecretario de Asuntos Políticos, más allá de que fuera cierta o falsa esa encomienda de que grupos afines a Moreno Valle tenían que ganar la mayoría de los plebiscitos, por lo menos debían garantizar que no brotaran tantos conflictos.
El problema de fondo por el cual se registró un alto número de enfrentamientos en Puebla, Tehuacán, Atlixco, San Pedro y San Andrés Cholula, Cuautlancingo, San Martín Texmelucan, Xicotepec de Juárez y Cuautlancingo, entre otros municipios, es que no se entendió el sistema que priva en las juntas auxiliares.
Para comprender el problema hay que recurrir a una máxima que privó en el viejo sistema presidencial priista entre los años 50 y los 90 que decía: los senadores son del presidente de la República y él decide quiénes deben ser miembros de la Cámara Alta; los diputados son de los gobernadores y los ediles de los pueblos.
Ahora ya no se aplica esa máxima. Sin embargo, la elección de presidentes auxiliares es un asunto que siempre se había dejado al entero manejo de los pueblos y por eso responden en mucho a los usos y costumbres; a la formación de grupos ciudadanos que se unen por relaciones familiares, de compadrazgo u otras afinidades ajenas a los partidos políticos. Aunque siempre reciben, en mayor o menor medida, apoyo de gobiernos o fuerzas partidistas, éstos eran reducidos.
Ahora, en las juntas auxiliares muchos de los grupos identificados con el gobierno usaron el mismo distintivo de “Compromiso por…”, que es similar al de la coalición opositora de Compromiso por Puebla que uso Moreno Valle en campaña. Además, hubo mucho dinero de por medio, pues en algunas comunidades se compraron votos hasta en mil pesos, se contrataron a costosos grupos musicales para los cierres de campaña y se repartieron despensas y otros bienes, además de que se habrían manipulado los padrones de electores.
Era claro que esos mecanismos, o mejor dicho esos vicios, que no habían estado presentes hasta ahora, generaron una multiplicación los conflictos y los grupos afines al PRI los supieron capitalizar.
La labor que debían haber hecho Rincón y Barceló era evitar el uso de recursos como el lema de “Compromiso por…” o la compra de votos por parte de los grupos afines al PAN o al gobierno; o por el contrario, buscar que éstos se usaran pero de manera discrecional y evitar que terminaran en conflictos desbordados.
Esa falta de pericia de dichos funcionarios se puede explicar por los antecedentes que cada uno de ellos tiene.
Qué se puede esperar del ex mandatario de Tabasco Víctor Manuel Barceló, quien antes de ser miembro de la Secretaría General de Gobierno no conocía el estado de Puebla y es la fecha que sigue haciendo gala de su desconocimiento de la geografía de la entidad, de personajes claves y de grupos políticos, así como de la forma de atender los conflictos sociopolíticos del estado. Hasta la fecha es incomprensible que un personaje con esas características tenga en sus manos la oficina de asuntos políticos, que es una de las partes neurálgicas del gobierno del estado.
Qué se puede esperar de Mario Rincón, cuyo único mérito era ser tránsfuga del PRI, y en gobiernos priistas siempre tuvo fama de hacer mucha grilla y entregar magros resultados de las encomiendas que le daban.
Qué se puede esperar de Pablo Montiel, que llegó a la Secretaría de Gobernación del ayuntamiento de Puebla por una posición de El Yunque y en particular del grupo de Pablo Rodríguez Regordosa, pero que no tiene experiencia laboral de gobierno y que cuando no trata con grupos del PAN no sabe negociar.
Lo que ha pasado en las juntas auxiliares debería prender los focos rojos en el gobierno de Rafael Moreno, porque surge la pregunta: ¿Con estos operadores podrá salir avante en el proceso electoral de 2012?
