Según el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi), el año pasado la actividad económica nacional medida a través del Producto Interno Bruto (PIB) reportó un crecimiento promedio anual de 5.5 por ciento. A decir del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, se trata de la tasa más alta de los últimos 10 años que confirma la recuperación de la economía, la cual “comienza a reflejarse en los bolsillos de los mexicanos”. Sólo que “por exigentes, los mexicanos tenemos una percepción un poco más negativa de lo que los datos duros muestran” (Cordero dixit). Para abonar a la tesis del Cordero, en las líneas siguientes presentamos una interpretación bastante negativa de los datos.

Primero. El señor Cordero omite comentar que si evaluamos el desempeño del indicador durante los últimos 10 años los resultados son desilusionantes. Efectivamente, el PIB se ha expandido apenas a una tasa de 1.8 por ciento durante la primera década del nuevo siglo, cuando en los noventa el indicador creció 3 por ciento, en los 80 1 por ciento y en los 70 y 60 6 por ciento. Para una mejor visualización de los datos, diremos que creciendo al 1.8 por ciento anual, el PIB se duplicaría en valor en aproximadamente 39 años, esto es, tres veces más del tiempo requerido si la economía hubiera conservado el gran dinamismo de la década de los setenta.

Segundo. Se trata de un crecimiento a nivel estadístico, pues en los hechos, resulta insuficiente para remontar la fuerte caída de 2009, caída histórica que en términos reales, hizo retroceder la economía mexicana a un nivel casi similar al de 2006. Así, con el crecimiento de 5.5 por ciento de 2010, el PIB se sitúa apenas en un nivel casi igual al que prevaleció durante 2007.

Tercero. En lo que va de la administración de Felipe Calderón, el PIB ha permanecido estancado con una tasa de variación promedio anual de –0.01 por ciento. Si consideramos que en el mismo periodo la población creció a una tasa media anual de 1.1 por ciento, se obtiene que el PIB por habitante, se ha colapsado cada año a una tasa de 1.2 por ciento. Desde una perspectiva histórica, los “datos duros” revelan que con el gobierno actual se asiste al peor desempeño en materia de desarrollo económico de los últimos 70 años (ver cuadro 1). A ello se agrega una distribución del ingreso cada vez más regresiva y un inusual incremento de la pobreza. En efecto, en 2006, 44.7 millones de mexicanos se encontraban en pobreza y en 2008 subió a 50.6 millones (Coneval, 2010). Según algunas estimaciones conservadoras, la pobreza en México se habría elevado en alrededor de 4.5 millones de personas durante 2009 (Banco Mundial, 2010). Esto significaría un aumento neto de 10.5 millones de nuevos pobres durante el primer trienio de Calderón.

Así, los datos reflejan la profunda brecha que se abre entre lo que sostienen los de arriba y sus voceros, respecto a la efectiva realidad del país. En nuestra opinión, lo dicho por el secretario, más que un mal entendido, obedece al estilo característico del gobierno actual: ocultar la profunda crisis económica, política y social por la que atraviesa el país, mediante la manipulación del discurso.

Se ha preguntado usted, ¿por qué en un país de leyes no existe la justicia? En un Estado garante del derecho, la impartición de justicia es algo que todos los ciudadanos esperan, y que el Estado debe obligarse a dar a todos sus gobernados por igual, pero en México tener justicia se ha vuelto una  ilusión, la justicia es sólo para unos cuantos. Nada más lamentable.

Es indignante el trato que se les da a los mexicanos en  asuntos relacionados con la impartición de justicia, sabemos de muchísimos casos en los que no se ha hecho justicia. En el aberrantes como de los bebés muertos en la guardería ABC de Sonora, hasta el día de hoy los padres siguen clamando justicia por tan horrendo crimen, o el de los dos estudiantes masacrados a la entrada del Tecnológico de Monterrey o bien los jóvenes asesinados en Chihuahua, en una fiesta o en un lavado de autos, los ejecutados de la cancha de futbol o los ejecutados sin razón en... cualquier parte. Son tantos, lamentablemente que se pierde el dato, al igual que los crímenes contra periodistas nacionales y peor aún crímenes contra los defensores de derechos humanos, que cada día van en aumento y de los cuales no se sabe nada, impunidad total.

Lo sucedido con la familia de la  señora Josefina Reyes, asesinada el pasado enero, resulta sobrecogedor. La señora Josefina Reyes participaba como activista contra la militarización y la represión, y quizá “sólo” por eso fue “levantado” su hijo, se dice, por miembros del Ejército mexicano; después, fue asesinado su hermano Rubén y ahora secuestran y asesinan a otros dos de sus hijos, Elías y Magdalena, además de Luisa Ornelas, esposa del primero.

Pero lo imperdonable es que esos crímenes hayan sido resultado del clima de violencia existente en el país y de la actuación de autoridades omisas e indolentes que jamás hicieron caso a los reclamos de justicia que hacia la familia, pero además no escucharon la petición de seguridad por los atentados de los que venían siendo objeto. Ahora lo que queda de esta familia ha recibido propuestas de los gobiernos de España, Venezuela, Canadá y Francia para darles asilo y la protección que no pudo brindarles el estado Mexicano, el cual debería estar lleno de vergüenza , claro si la tuviera. ¡Ah! pero que tal la actuación del gobierno federal en el asesinato del agente Zapata, ahí si muy afanositos de inmediato dieron con los culpables, rapidito, rapidito, no se vayan a enojar los gringos.

Y hasta Calderón terminó informándole por vía telefónica a su jefe, digo a su homólogo de Washington,  Barack Obama, que por cierto ya lo mandó a llamar para jalarle las orejas en vivo, o acordar la incursión de efectivos militares gringuitos de manera descarada, por aquello de las ayudas, de verdad, que caro le esta saliendo al país tener a un pelele instalado en Los Pinos; candil de la calle y una gran oscuridad en su casa.

Gobernadores de varios estados de la República coincidieron en que el nivel de endeudamiento en las entidades empieza a convertirse en un “grave problema”.

Rafael Moreno Valle, mandatario de Puebla, mencionó que la deuda en su estado aumentó 195 por ciento en el sexenio pasado al pasar de 3 mil millones de pesos a casi 9 mil millones.

El gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, advirtió que la deuda de los estados siempre es motivo de preocupación de cualquier administración. En su entidad, precisó, las deudas han servido para enfrentar daños por fenómenos naturales.

Juan Sabines, gobernador de Chiapas, comentó que anteriormente los recursos destinados a la reconstrucción por desastres naturales venían de la Federación y “hoy nos están pidiendo que sea a través de deuda”.

No obstante, el titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la Secretaría de Hacienda, Carlos Garza Ibarra, descartó que la dependencia vaya a apoyar a gobiernos locales ante una situación de insolvencia.

Dijo que los estados son soberanos para adquirir deuda, pero reconoció que se observa una creciente contratación de pasivos de corto plazo para saldar el déficit del presupuesto anual.

“En los últimos años hemos visto un crecimiento acelerado en la contratación de créditos, lo cual puede ser una preocupación, ya que significa que los estados cada vez tienen un menor margen de maniobra”, dijo. (EU)

Déficit de 7 millones de empleos: Coparmex

Tras asegurar que cada año se deberían generar al menos un millón 200 mil empleos, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gerardo Gutiérrez Candiani, afirmó que desde hace 10 años México tiene un déficit de casi 7 millones de plazas laborales, ya que sólo se han generado poco más de cinco millones de puestos laborales de los 12 millones que se requerían en ese lapso.

Crece 565% el capital

especulativo extranjero

En 2010 se registró el ingreso más alto de capitales foráneos a los mercados de México en lo que va del sexenio con 23 mil 769 millones de dólares, según se reporta en las cuentas externas del país presentadas por el Banco de México (Banxico). Lo anterior, fue resultado de la liquidez global y de las elevadas tasas pagadas en México, lo que permitió atraer al mercado de dinero flujos por 23 mil 128 millones de dólares, un aumento anual de 564.8 desde el inicio de la presente administración; aunque también se reportó la cifra más alta desde 2007 en el saldo de los activos en el extranjero propiedad de mexicanos con 31 mil 113 millones de dólares. A su vez, la inversión extranjera de cartera mostró un aumento de 210.8 por ciento con respecto a 2009, concentrándose en los valores gubernamentales. Mientras, el mercado accionario captó 641 millones de dólares, lo que significó una baja de 84.6 por ciento en el periodo referido.