Un personaje dibujado con apenas cuatro trazos, que forma la cara redonda, los ojos abiertos y el bigote de Piazzola, o el Cronopio Mayor descrito como un cíclope de enorme ojo rojizo en medio del rostro, relatado por Julio Cortázar, e incluso una paloma en vuelo que lleva ilustrado en el cuerpo el rostro del poeta español antifascista Miguel Hernández son algunos de los 40 carteles realizados por estudiantes de la licenciatura de Diseño Gráfico de la Universidad Iberoamericana Campus Puebla, que conforman la exposición Memorias de pared, que se presenta desde el fin de semana en la Escuela del rock a la palabra, de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal.
Esta muestra surge de un concurso realizado en el Taller de Cartel de Carlos Palleiro, miembro del Consejo Consultivo de la Escuela de rock a la palabra; Yara Almoina, y Aurora Berlanga, coordinadora de la carrera en la universidad poblana, para conmemorar los 25 años de la carrera de diseño.
En ella participaron alrededor de 500 ex alumnos y alumnos de cuarto semestre, y sólo fueron seleccionados 100 carteles, que se publicaron en un compendio en mayo pasado, que también lleva por título Memorias de pared.
De ese total, sólo 40 fueron elegidos para la exposición que itinerará a otros campus de la Universidad Iberoamericana, como Monterrey y Torreón; además, viajarán a espacios públicos de ciudades como Montevideo, en Uruguay, y Nueva York, en Estados Unidos.
Como parte del proceso creativo, durante un semestre, los universitarios convirtieron a personajes como Diego Rivera, Vivaldi, José Guadalupe Posada, Andy Warhol, Pablo Neruda, Julio Cortázar, Chaplin o Juan Rulfo en una imagen gráfica.
Con un tamaño de 90 por 60 centímetros, los carteles fueron impresos en tela, material que les permite un mejor embalaje y traslado.
Tras su exhibición en la Ibero Puebla, llegó al DF, donde fue inaugurada por José de la Rosa, en representación de la secretaria Elena Cepeda de León, quien coincidió con Guillermo Briseño, director de la Escuela de rock a la palabra, que en este encuentro favorece el diálogo entre centros educativos de diferentes partes del país y entre dos diferentes disciplinas: el diseño gráfico y la música.
Briseño expuso que en Memorias de pared queda de manifiesto que el diseño, al igual que la composición musical, es un ejercicio que además de la técnica requiere de la inteligencia y el sentido crítico de quien lo realiza.
“Un buen cartel conquista al adversario sin luchar y depone las armas de la razón, pues reconoce en él su propia causa”, consideró.
Desde su fundación en mayo de 2006, la Escuela del rock, reafirmó su director, se ha preocupado en favorecer el diálogo entre diferentes expresiones humanistas, hecho que ha permitido entre sus aulas, el paso de numerosos músicos de los más diversos géneros, escritores, filósofos y lingüistas, periodistas y hasta médicos.
Memorias de pared permanecerá en exhibición en la avenida de la Paz, anexo 26, colonia Chimalistac, hasta el mes de diciembre, de lunes a jueves de 10 a 20 horas, y los viernes de 10 a 14 horas. La entrada es gratuita.
