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Miércoles, 25 de agosto de 2010
La Jornada de Oriente - Puebla - Cultura
 
 

El sombrero es una prenda de vestir  que ha entrado en desuso: coleccionista

 

Robert Smith, coordinador de la exposición La Sombrerería / Foto Abraham Paredes
YADIRA LLAVEN

“En los últimos años el sombrero ha dejado de ser una pieza imprescindible para el vestuario del hombre y la mujer. En la década de los años 20, pocos salían a la calle sin esta prenda de vestir; no obstante, el rol económico, social y cultural de las féminas, principalmente, ha cambiado. Hoy en día son investigadoras, empresarias y ocupan puestos de elección popular, por lo que tienen menos tiempo para dedicarlo a la imagen”, consideró Robert Smith, coordinador de la exposición La Sombrerería, que reúne 24 piezas artísticas que datan de 1920 a 1970.

En entrevista, explicó que la muestra será inaugurada mañana jueves 26 de agosto a las 19 horas en el Instituto Innovo, ubicado en la calle Independencia 38, en la colonia San Juan Xilotzingo. Ahí se exhibirán sombreros creados en México, EU y Francia.

El director del instituto adelantó que las piezas confeccionadas en diversos materiales, como terciopelo, paja, fieltro, tul y rafia son en su mayoría para mujeres, pero también se mostrarán sombreros masculinos.

Smith, quien además es artista plástico, destacó que para que los sombreros lucieran mejor, el pintor y grabador José Bayro fue el responsable de diseñar los maniquíes.

“Es muy probable que el primer sombrero haya sido una piel de animal puesta encima de la cabeza de una persona, hace millones de años. Según estudios, su función era solamente cubrir de las inclemencias del tiempo, pero junto con el desarrollo de la humanidad el sombrero se fue convirtiendo en un accesorio que pasó a formar parte de todos los guardarropas tanto de damas como de caballeros”, expuso.

Ligados a la moda, dijo que los sombreros son una prenda de vestir que se ha dado a bien notar en la época juarista, durante la Revolución, en la denominada época de oro del cine nacional, hasta nuestros días. Sin embargo, aseveró, “han entrado en desuso y predomina una nueva reina sobre la cabeza de las personas: la cachucha”.

Pareciera cosa de viejitos cubrirse con un sombrero vogue, cubano, norteño o un panameño. “Todos proporcionan personalidad, y mientras haya sol o frío habrá sombreros”, afirmó Smith, quien ha facilitado parte de su colección personal de sombreros, herencia de sus padres, abuelos y tíos.

El coleccionista aseguró que el sombrero rompió las barreras sociales hasta los años 50 del siglo pasado, al volverse una prenda popular, pues recordó que, a inicios de 1920, sólo algunas personas tenían las posibilidades económicas para adquirir una de estas piezas artísticas.

Aunque ahora con diseños más informales, comentó que un sombrero es una prenda que puede dar seguridad, incluso cambiar la personalidad. “¿Qué sería de Humphrey Bogart, en la película Casablanca, sin el sombrero?, o de Sofía Loren sin su sombrero de ala ancha, saliendo de Cinecitta”.

Y no sólo ha sido una prenda glamorosa, mencionó, pues en el campo los sombreros son indispensables ante las largas jornadas de siembra y pastoreo. “Es imposible ver a un campesino sin su modesto sombrero mientras cultiva la tierra”.

Finalmente, admitió que los sombreros no son una moda juvenil, pues ha sido una que algunos adultos mayores han adoptado por costumbre, a lo largo de décadas, como parte de su imagen.

 
 
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