Amnistía Internacional México condenó ayer las agresiones contra el fotoperiodista michoacano Irineo Mújica, quien este martes cumplió su decimoprimer día en huelga frente al Instituto Nacional de Migración (INM), demandando que se le devuelva el equipo de video y fotográfico con el que registró cómo personal de esa dependencia maltrató a migrantes salvadoreños y que se castigue a los funcionarios que lo agredieron por hacer la filmación.
“Amnistía Internacional cree que, como resultado de sus actividades legítimas, las autoridades migratorias decidieron confiscar su equipo fotográfico de manera arbitraria como represalia y para evitar que Ireneo siga documentando los abusos cometidos contra los migrantes”, expresó la organización en un comunicado.
“El trato a Irineo Mújica es inaceptable en un Estado de Derecho que tiene la obligación de respetar y proteger la libertad de expresión y el derecho a defender los derechos humanos”, mencionó Alberto Herrera Aragón, director ejecutivo de Amnistía Internacional México.
Por la tarde, un agente de la Secretaría de Seguridad Pública del ayuntamiento de Puebla ofreció personalmente disculpas al fotoperiodista, quien las aceptó.
El 17 de julio de 2010, Irineo Mújica acompañaba a un grupo de migrantes irregulares que viajaban en un tren de carga por el estado de Puebla cuando agentes del INM y la Policía local detuvieron el tren y arrestaron a los migrantes. Cuando las autoridades se dieron cuenta de que Mújica estaba filmando los hechos, le exigieron que entregara la cámara, cuando él se negó fue sometido a una paliza por varios agentes.
A pesar de las heridas sufridas por el periodista y de ser abandonado en la localidad de Soltepec, Irineo logró trasladarse a las oficinas del INM en la ciudad de Puebla, donde inició una huelga de hambre exigiendo el retorno de su equipo y una investigación del asalto del que fue objeto; también presentó una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
El mismo día, la Policía Municipal de Puebla lo arrestó y lo metió en un vehículo policial transportándolo por toda la ciudad. Luego de amenazarlo con presentar cargos contra él, Irineo Mújica fue dejado en libertad. Él decidió reiniciar su huelga de hambre en las puertas de la oficina del INM, donde mantiene su acto de protesta.